«Vivimos en un apartamento corriente», cuenta la pareja de la ciudad rusa de Perm, que compró el animal a un zoológico cuando solo tenía un año. Ambos afirman que a su mascota «le encanta ser acariciada» y que el contacto humano es de su agrado.
«Messi es un gato muy cariñoso. No muerde, no estropea los muebles y juega sin sacar las garras», relatan.
El ‘gato’ come solo productos cárnicos, tiene «una dieta equilibrada que basada estrictamente en regulaciones«, señalan Sasha y Masha. Según sus dueños, el puma va al baño dos veces al día y asiste a «clases de entrenamiento» cuatro veces a la semana.
Sin embargo, la pareja asevera que no recomiendan adoptar a un puma en casa, ya que «es algo muy peligroso». En cuanto a su felino, argumentan que se trata de un animal único y por eso le dejan vivir con ellos, reseñó Actualidad RT.
«El estado de salud de este animal no le permitiría vivir solo en la naturaleza, tampoco incluso en una jaula que esté en el exterior», explican.