Félix Hernández no pudo elevar a 100 su número de victorias vitalicias, luego que encajara la derrota de Seattle contra Texas hace dos noches, pero logró superar la marca de 1.500 ponches y adquirió la membresía en un exclusivo club de lanzadores de las grandes ligas.
El Rey, que guillotinó a 5 rivales y aumentó su marca a 1.503, se unió a Walter Johnson (24 años de edad), Bert Blyleven (25), Dwigh Gooden (26 años y 7 meses), Don Drysdale (26 años y 8 meses) y Sam McDowell (26 años y 9 meses) como los lanzadores de menor edad en alcanzar la marca, de acuerdo con el motor de búsqueda de Baseball Reference. El grupo incluye a dos miembros del Salón de la Fama (Johnson y Drysdale).
Nolan Ryan, el pitcher con más abanicados en los anales de las grandes ligas (5.714) y miembro del templo de los inmortales, sumaba 1.572 abanicados en 1974, campaña en la que actuó con 27 años de edad. Hernández cumplió 27 el lunes.
El carabobeño no ha estado brillante en sus dos salidas recientes y la poca producción de la alineación de los Marineros tampoco lo ha ayudado. Pero si hubiese asegurado el triunfo 100 y elevado sus guillotinados a 1.500, antes de estrenar la página 27 de su anuario personal, estaría al lado sólo de Johnson, Gooden y Blyleven. Notable.
De cualquier forma, si se mantenerse saludable, apunta a convertirse en el mejor pitcher venezolano de la historia. Ahora acompaña a los otros tres tiradores del patio que han superado los 1.500 abanicados, una lista que encabeza Johan Santana (1.988), seguido por Carlos Zambrano (1.637) y Freddy García (1.575). Todos fuera del beisbol organizado por diferentes razones. Hernández seguramente terminará la zafra tercero de todos los tiempos.
Cuando llegue a la centena de lauros también será el más joven entre sus cinco compatriotas con ese cifra, que tiene como líder a García (152). El registro pertenece a Carlos Zambrano que lo hizo el 5 de junio de 2009, a los 28 años y 4 días de edad. Los demás lo hicieron después de cumplir 29 años (García y Santana) o entrados en los 30 (Kelvim Escobar, 31, y Wilson Álvarez, 34).
Hernández no hizo alardes cuando consiguió el ponche 1.500 a expensas de David Murphy, que vio pasar el tercer strike. Apretó el puño derecho y luego el catcher Jesús Montero le entregó la pelota. Tampoco fue en exceso expresivo cuando el registro fue colocado en letras amarillas en la pizarra del Safeco Field.
Luego del partido dijo a la prensa de Seattle que no había motivo para celebrar porque “el equipo perdió”.
Ya tendrá tiempo para festejos. Su talento no tiene techo.