Ya sea que se trate de una crítica relajada por un maestro en la escuela o de un comentario cruel lanzado en el fragor de una discusión con un amigo o un amante; tendemos a recordar las críticas mucho mejor que los comentarios positivos.
Esto se debe a un fenómeno llamado sesgo de negatividad.
De hecho, toda una serie de efectos complejos pueden explicarse por este sesgo; que es la tendencia universal a que las emociones negativas nos afecten con más fuerza que las positivas.
Según el psicólogo social, Roy Baumeister, dicho fenómeno hace que prestemos especial atención a las amenazas y exageremos los peligros.
Sin embargo, para algunos expertos, centrarse en el lado más oscuro que nos rodea puede ayudar a los humanos a superarlo todo; pues estarán mejor preparados para enfrentar lo que venga, en algunos casos.
¿Por qué las emociones negativas duran más que las felices?
El profesor de psicología y ciencias del cerebro en la Universidad de Washington en San Luis, Randy Larsen; revisó la evidencia que sugiere que las emociones negativas duran más que las felices.
Descubrió que tendemos a pasar más tiempo pensando en los eventos malos que en los buenos.
Lo que quizás ayude a explicar por qué los momentos embarazosos o los comentarios críticos pueden perseguirnos durante años.
«Creo que los comentarios negativos de las personas que amamos y en las que confiamos tienen más impacto que los de extraños»; resaltó el profesor en relación al sesgo de negatividad.
Esto también provocado porque mantenemos una expectativas de cómo deben o deberían comportarse nuestros amigos y familiares.
La negatividad de las redes sociales
Las críticas también se amplifican cuando llegan en grandes cantidades, lo que convierte a las redes sociales en amplificador potencial de la negatividad.
Ante esa realidad, psicólogos y expertos en el comportamiento social, advierten que los humanos no tienen la capacidad de lidiar con la negatividad en las redes sociales; porque el cerebro presta más atención a ellas.
¿Qué hay del sesgo de positividad?
Lo cierto es que, recibir, internalizar y reforzar cualquier comentario negativo puede aumentar el estrés, la ansiedad, la frustración y la preocupación.
Decenas de estudios han demostrado que las personas tienden a mirar el lado positivo a medida que envejecen.
Los científicos se refieren a este efecto como el «sesgo de positividad» y creen que comenzamos a recordar detalles positivos más que información negativa a partir de la mediana edad.
Ahora, es importante resaltar que los comentarios negativos pueden ser dañinos a cualquier edad; especialmente en momentos en que somos particularmente impresionables o vulnerables.
Lo que puede ayudar entre lo positivo y lo negativo
Utilizando una combinación de técnicas de respiración y una forma de terapia cognitiva conductual; las personas pueden sumar resistencia para tolerar tanto lo positivo como lo negativo.
Al anular lo negativo y acentuar lo positivo, podríamos tener más posibilidades de lograr una verdadera estabilidad social.
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