La historia del Reloj de Güigüe ha sido una de las más leídas y más comentadas ya que cada vez se suman más vivencias de esa leyenda. El entonces presidente Antonio Guzmán Blanco había comprado el reloj y lo instaló primero en Antímano, Caracas.
Pero todas las cosas del presidente lo iba heredando otro mandatario hasta que llegó a las manos del General Juan Vicente Gómez. Es aquí donde ahora comienza la otra leyenda del reloj debido a que el mismo al parecer el General lo maldijo.
Es allí cuando decide después colocarlo en la Plaza Bolívar del ahora municipio Carlos Arvelo. Plaza que es conocida como Plaza Ávila ya que el municipio cuenta con esos dos espacios; y precisamente en la esquina está el viejo reloj.
El contador del tiempo de gris y color oro se detuvo a las tres de la tarde cuando murió el General Gómez. A partir de allí y a la intemperie en los años 40 vino otro relojero famoso a charlo a andar.
Misteriosamente Salvatore Consoli, le gustó mucho esa parte del estado Carabobo por las cercanías del lago y rodeada de vegetación. Pero este decidió volver a Italia donde murió tras que bombardearan el pueblo.
La historia del Reloj de Güigüe
Andrés Mijares, quien había hecho amistad con Consoli decidió el tomar los trabajos de la reparación. No hizo caso de lo que le dijeron del mismo y dijo que lo iba a echar a andar y en efecto así lo hizo.
El relojero venezolano se sintió orgulloso de que el reloj andara aquel día. Misteriosamente Mijares esa noche comenzó a sentirse mal y le dio una fuerte fiebre, el reloj se detuvo a la hora de la muerte del hombre.
Ya con los años las personas recomendaban no tomarse fotos con el reloj el cual consideran de mala suerte. Pero no todo se detuvo allí ya que el contador del tiempo en 2013 tuvo otro intento de reparación.
El hombre de Suiza
En el año 2013 vino un relojero suizo a ver el mismo, con el fin de echarlo a andar. Crónida Plaget se había interesado en la obra incluso dijo que el reloj podía tener unos componentes tóxicos.
El hombre tenía planes de pedir a la municipalidad el permiso para reparar al contador del tiempo. Pero tuvo que ir a Suiza por un familiar enfermo y dijo que volvería pronto; pero esto no ocurrió así.
A Piaget lo encontraron sin vida en un hotel en Madrid luego de que en el vuelo que venía de Suiza hizo escala. La hora de la muerte del reparador del contador supuestamente era las tras de la tarde; hora que marca el aparato.
Otra curiosidad…
Las personas dicen que el municipio no avanza por estar el reloj en la plaza. «Ese reloj deberían de regresarlo a la empresa que se compró»; dijo una de las habitantes de Carlos Arvelo.
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