Desde la niñez crecemos con la idea casi impuesta por lo que nos rodea, que el amor es un sentimiento de dulzura, rojo y con forma. De hecho al googlear ¿Qué es el amor? Nos aparecerá que “es un sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona o cosa a la que se le desea todo lo bueno”.
Sin embargo, el amor va mucho más allá de un sentir, de dar, incluso de ser.
Mi búsqueda del amor
Es sencillo tal vez sentarse y solo expresar una opinión o un ideal, pero cuando realmente buscas tu significado, se va muy lejos y creo particularmente que funcionamos mejor así.
En mi corta edad he analizado muchas de mis cortas y largas relaciones, unas de meses como todo el mundo, otras de 2 a 3 años, como máximo, pero todas con claro, un punto en específico, ese pequeño momento en casi toda relación, en que dices, se acabó; es ahí realmente donde radica el amor y pocos se han percatado de ello.
Hay un refrán de Pablo Neruda que dice en líneas generales que la felicidad son momentos. Partiendo de esa premisa, me pregunté una vez a mí mismo ¿El amor son momentos? Volviendo a analizar mis relaciones me llevo a pensar…
¿Pero, qué momento? Ese en el que dos personas se sienten tan bien juntas, donde no paran de buscarse, textearse o sorprenderse. No, ese creo que es el de la ilusión.
Uno más corto podría ser, uno más efímero, como cuando nos besamos, lento y con gracia, aguantando el aliento y con el mundo en pausa. Vaya, sería estupendo, pero tampoco lo creo.
Por último, creo que podría incluso ser más cortó el momento del amor, ser un instante. Ese en el que dos pieles se juntan casi perfectamente encajadas en dos siluetas, que a pesar de estar tomadas, son realmente libres, libres de vergüenza, de pensamientos, de estrés, tristeza, problemas, excusas, molestias… ¿Será ese instante el amor?…
No, creo que no, aunque sí que sentimos en ese instante algo inexplicable o por lo menos para quienes realmente saben sentir.
Platón decía que el amor consiste en que la persona que ama no va a amar la belleza simple; se va a concentrar en buscar lo bello de quien ama.
Y es precisamente eso, buscar lo bello de quien ama. Pero, yo lo interpretaría o lo escribiría de la siguiente manera, para de una vez, dar a entender mi punto. Buscar lo bello de a quien decidió amar.
Y es que ahí radica ese punto del que hablábamos antes.
Cuando se termina una relación, se decide terminar con la misma, cuando comenzamos una relación, decidimos iniciar esa aventura. Todo en la vida son decisiones, y el amor, es justo eso, una decisión.
El amor es una decisión
Luego de analizar mis momentos y todo lo que pudo o no funcionar, como se expresó el amor, como se llevó a cabo, lo que hizo pensar, aquello que mató la pasión y donde todo terminó, encontré mi respuesta. Una sola palabra bastó para clamar mi búsqueda.
La decisión de quedarse con alguien, de escogerlo por sobre todas las demás, la de volver a escribir, la de buscar, la de perder el orgullo, la de atreverse a hablarle por primera vez, la de aceptar sus errores, faltas, mañas, o aquello que nos desagrade.
Ahora ¿Cómo saber cuándo termina el amor? Bueno, cuando decidimos que se acabó.
El amor es la decisión de querer pertenecer y quedarse a pesar de todo; abrazando la idea de que aún bajo cualquier circunstancia, seguiremos estando ahí.
Sirve para cualquier tipo de amor, excepto el platónico.
También puedes leer: ¿Amor o chispa? Lo que realmente importa al elegir pareja
«Si quieres recibir esta y otras noticias en tu celular, ingresa a nuestras redes sociales y grupos.