El calabacín demuestra ser un ingrediente extremadamente versátil, capaz de ser aprovechado en todas sus formas. Pero si tienes algo de hambre a medianoche, mira cómo prepararlos.
Es simple: se inicia cortando el calabacín en finas rodajas para luego cocinarlas. Luego, se empiezan a superponer capas de calabacín, jamón y queso, hasta gratinar.
Gratinado de calabacín con jamón y queso
- 2 calabacines medianos
- 8 lonjas de queso
- 150 g de jamón
- 100 g de queso rallado
- 80 g de salsa de tomate
- 3 cucharadas de aceite
- Sal y pimienta al gusto
- 1 cucharada sopera de orégano
Preparación
Lava los calabacines y córtalos en rodajas de aproximadamente 1 centímetro de grosor.
Coloca una sartén o cazuela apta para horno a fuego medio y añade un chorrito de aceite. Distribuye el aceite uniformemente en toda la superficie con la ayuda de un pincel.
Coloca algunas rodajas de calabacín en la sartén, tantas como quepan. Agrega sal y pimienta al gusto. Cocina hasta que se doren por ambos lados, volteándolas cuando sea necesario. Aproximadamente un minuto por cada lado.
Una vez que las primeras rodajas estén doradas, retíralas del fuego y resérvalas. Repite el proceso con el resto de las rodajas de calabacín.
Retira la sartén del fuego y agrega la salsa de tomate, distribuyéndola bien. Coloca rodajas de calabacín sobre la salsa para cubrirla.
Añade lonjas de jamón, y luego agrega capas de queso, como una especie de pasticho.
Espolvorea un poco de orégano por encima y añade otra capa de calabacín y jamón. Cubre todo con queso rallado.
Precalienta el horno a 225 grados y hornea durante 10 a 12 minutos en modo calor arriba y abajo. Una vez transcurrido este tiempo, prepárate para disfrutar.
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