sábado, abril 20, 2024
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El “viejo Ponzi” anda suelto en Venezuela estafando con criptomonedas

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IOTA Latino
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Eso de estar estafando con criptomonedas no es nada novedoso en Venezuela. Lo que sí es particular es el incremento de desesperados que caen en el engaño. Algunos sucumben por “infoxicación” y de tanto saber se pierden y caen en las garras de los delincuentes digitales. De ellos se espera que el IQ los salve, pero la desesperación los nivela al ras de los ignorantes.

Las criptomonedas son un medio digital de intercambio que utiliza criptografía fuerte para asegurar las transacciones. De punta a punta (comprar-vender) involucran dinero fiduciario y son buscadas en las wallet de los incautos. En líneas generales las criptos son tan seguras como tener en la cartera diez mil dólares en efectivo. Es necesario hacer la comparación sobre la seguridad de la “moneda” porque depende del dueño y la cartera.

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La desesperación ha hecho caer a bisoños y “aviones” por igual. En Venezuela el CICPC tiene un abanico de ejemplos de extorsión. Los inocentes al buscar resguardar los bolívares de hoy en criptomonedas son engatusados. Así, los más “inteligentes” quienes caen en la trampa de la ganancia fácil también se transforman en presas.

Ir por la vida estafando con criptomonedas es muy distinto a obtenerlas por una operación hacker. El llamado esquema Ponzi es un negocio mil millonario y todos conocen a alguien que ha caído en la trampa. El viejo Ponzi es como una pandemia, una enfermedad con varios nombres. Aquí en Venezuela se le conoce como “la pirámide”, pero de la misma manera busca cazar a aquellos a quienes los títulos universitarios solo le sirven de adornos para sus salas.

Estafando con criptomonedas

Las supuestas agencias especialistas en trading “chimbas” están gestando mala fama para las que si trabajan derecho. Las criptomonedas son inversiones de riesgo y tienen un comportamiento parecido a las acciones bursátiles. Solo un genio con poderes sobrenaturales puede prometerte ganancias estables superiores al 25% mensual. De esas promesas es sano dudar. Tampoco es cuerdo pensar que alguien tenga un algoritmo de inversión que trabaja para enriquecerte.

Los estafadores que usan el esquema Ponzi siempre tienen cómplices. Es más, la trama de la estafa va creando una cadena de cómplices-víctimas. Siempre empieza como un club. Se les asocia por capacidad de inversión, por motivaciones y/o necesidades. Las más susceptibles víctimas son las llamadas “conocedores”. Se trata de personas que manejan la superficialidad del tema. Ellos generalmente están en el “club de los adinerados”, un nivel más abajo que el de los ricos.

A estos incautos se les pide una cantidad “interesante de dinero”, algo así como 100 mil dólares. Luego se solicita para ayudar a la empresa capte a dos o tres personas más que deseen tener ganancias extraordinarias. Al cumplirse el primer mes un cheque por 25 mil dólares toca a sus puertas. Sin embargo el estafador ora porque no lo tome y reinvierta para elevar sus ganancias. Tarde o temprano la cadena se revienta y las excusas técnicas, “digitorréicas” y chapuceras toman la escena. El que está estafando con criptomonedas sabe que será el fin y tendrá todo diseñado para desaparecer con una fortuna.

El 2020 y los piratas de BTC

El robo de Bitcoin a través de hackers es un negocio millonario pero no tan rentable como el esquema Ponzi. Los que juegan pirámide con incautos son más que los que tienen habilidades informáticas. Son dos tipos de “genialidades” el pirata tiene el mapa digital de un tesoro y el estafador es un charlero.

De acuerdo a datos encontrados en la web 2020 ha sido un año de especial abundancia para los hackers. Whale Alert reportó que, durante los últimos 4 años, los hackers se han robado US$ 38 millones solo en Bitcoin. Lo curioso es que el 63% del monto recabado en los ocho lustros ha sido en el 2020.

Según un trabajo editorial divulgado por “Criptotendencias”,  Whale Alert junto con Scam Alert tienen algo que decir.  Trabajaron recopilando toda la información disponible y llegaron a la siguiente conclusión: Los cripto delitos son lucrativos.

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Desde luego hay que decir que los $38 millones de bitcoin hackeados palidecen con los miles de millones que extrae el esquema Punzi.

El informe encontró que $24 millones en Bitcoin fueron robados por los hackers durante los primeros 6 meses de 2020. Sin embargo los que andan estafando con criptomonedas están en la “cima de la cadena alimenticia”.

Whale Alert enfatizó que algunas de las estafas más exitosas ganaron más de $130 mil en un solo día. “El mercado de la estafa se caracteriza por altas ganancias, sin impuestos, esfuerzo mínimo y riesgo cero y para fines de 2020 predecimos que habrá crecido más de veinte veces desde 2017 a un ingreso anual de al menos 50 millones de dólares estadounidenses“, señaló el informe.

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