Las motivaciones para aprender inglés han estado alimentadas por su relevancia comunicativa en el mundo contemporáneo. Ha sido la lengua franca de la tecnología, la ciencia, los negocios y el turismo. Sin embargo esta preferencia por su aprendizaje podría estar comprometida por dos amenazas: las tecnologías emergentes y lo idiomas híbridos.
Cierto que es hablado por cientos de millones de personas en el planeta. Según datos del Foro Económico Mundial 1.500 millones de personas lo hablan. Sin embargo menos de 400 millones lo manejan como su primer idioma.
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Aprender inglés se estima necesario en el mundo de los negocios, los videojuegos y la música. Pero las cosas están cambiando dramáticamente. Wonkyum Lee, un científico informático de Corea del Sur, está desarrollando una efectiva tecnología de traducción y reconocimiento de voz. Se estima que aplicada a una línea de atención al cliente será imposible diferenciar la voz humana de la computarizada.
Aprender inglés en declive
Christopher Manning, profesor de lingüística e informática de la Universidad de Stanford confirma esta tendencia. Manning sostiene que a corto plazo, la tecnología de traducción informática podrá sustituir a los traductores humanos.
Existe otro elemento que podría desplazar la sobrevalorada necesidad de aprender inglés. Este consiste en el surgimiento de las formas lingüísticas híbridas que combinan elementos del inglés “estándar” con los idiomas vernáculos.
En la India por ejemplo se habla el hinglish (hindi-inglés), el benglish (bengali-inglés) y el tanglish (tamil-inglés). En EE.UU. muchos hispanoamericanos hablan spanglish, combinando elementos del inglés y del idioma de sus padres y abuelos.
El dominio global del popular idioma anglosajón se debe a su condición de ser hablado en países que eran muy poderosas: EE. UU. y Reino Unido. De allí que aprender inglés era una obligación curricular en el resto del mundo.
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Ahora, con el ascenso de China como superpotencia económica, esta lengua está siendo desplazada. En EE.UU. aprender mandarín es cada vez más popular. En 2015, el número de estudiantes del idioma se había duplicado en dos años. En el nivel universitario, había aumentado en un 50% en la última década.
A la velocidad que se desarrollan los cambios, aprender inglés podría convertirse en una alternativa no tan importante. Mientras surge otro mundo, también aparecen opciones comunicacionales diversas.
