
El arroz, las carnes, los plátanos, el coco y los granos son ingredientes esenciales, así como los pescados y mariscos dado que las dos terceras partes del territorio dominicano están rodeadas por agua.

Lo mejor de la gastronomía autóctona internacional se fusiona en Santo Domingo. Además de la bandera -el plato más emblemático del país elaborado con arroz blanco, habichuelas rojas y carne, acompañado con ensalada y tostones-, se pueden degustar otras especialidades de las diferentes regiones del país.
Los intensos sabores del mar que surgen del uso de ingredientes frescos son la opción perfecta en las zonas costeras. El pulpo al ajillo de Puerto Plata, el langostino con tostones de Barahona y los exquisitos platos de Samaná basados en el infaltable ingrediente del coco están entre los más populares.
A eso se suman los famosos yaniqueques, una masa frita y crocante que se vende en puestos ambulantes y principalmente en las playas dominicanas.

El sancocho, una especie de sopa elaborada con distintos tipos de carne y víveres- es otro plato emblemático de la cocina dominicana que se consume mucho en Jarabacoa y Constanza. Allí también son populares platos suculentos y sabrosos como la paella de pollo y conejo.
En Montecristi, en la costa norte, la estrella es el chivo liniero sazonado con orégano mientras que en Higüey, al este, los productos frescos de campo, entre ellos el queso y el dulce de leche, deleitan al paladar. El quipe de jaiba, el mondongo guisado, el pan de yuca y el pan de batata son recetas populares en el centro del país.
Con información de Min. Turismo República Dominicana

