(Valencia, 15 de agosto. AFP) El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró este jueves que pedirá poderes especiales al Parlamento para imponer penas «máximas» contra la corrupción, y advirtió que impedirá el surgimiento de una «boliburguesía» (chavistas burgueses), que ponga en riesgo la revolución de Hugo Chávez..
«Me estoy preparando para solicitar poderes especiales a la Asamblea Nacional para llevar al nivel de penas máximas (la más alta vigente es de 30 años de prisión), de acuerdo con la Constitución, todos los delitos vinculados a la corrupción (…) para poder enfrentar este monstruo de mil cabezas», dijo Maduro en un acto en Caracas.
El presidente anunció el lunes que presentará la solicitud al Legislativo, como lo hizo Chávez en varias ocasiones durante su mandato de 14 años, para reformar las leyes e instituciones en su combate a «fondo» a la corrupción, que promete llevar sin importar el color político.
Maduro defendió que no solo ve «la espiga en el ojo ajeno», como afirma la oposición, y aseguró que «hay varias líneas de investigación en desarrollo» en las filas chavistas.
«No vamos a permitir el surgimiento supuesto de una boliburguesía que reproduzca el metabolismo diabólico del poder político del capital y (…) de esta revolución, desde adentro, surjan sus propios diablos para traicionar al pueblo», advirtió.
«Yo estoy investigando de a poco, que nadie chille después», agregó el gobernante, recordando que la primera denuncia de corrupción fue realizada por su gobierno sobre un caso en el servicio de aduanas y tributario.
Maduro también hizo un llamado a sus seguidores a acompañarlo en su lucha, y dijo sentir «amargura» por la «falta de reflexión» sobre este tema en la oposición.
El mandatario alertó también sobre el peligro de la «reversibilidad» de la revolución bolivariana si llega a verse como «normal que la corrupción y el poder económico dominen el poder político».
«Si no logramos despertar las conciencias mayoritarias de una Venezuela que quiere un futuro, podríamos entrar en una etapa de reversibilidad de los cambio revolucionarios que ha vivido nuestra patria» y «podría nuevamente la clase antes dominante posicionarse», observó.
En un endurecimiento de la confrontación política, con cruce de acusaciones de corrupción, Maduro acusó al líder opositor y gobernandor de Miranda (norte), Henrique Capriles, de ser cómplice de una red de corrupción y «prostitución gay» y éste desafió al gobierno a encarcelarlo.
Los señalamientos de Maduro ocurrieron luego de que la bancada oficialista acusara el martes a Oscar López, director financiero del despacho de Capriles, de dirigir una «red de narcotráfico, blanqueo de dinero y prostitución».
La oposición afirma que tras la bandera de la lucha anticorrupción, el gobierno libra una persecución política. Al menos dos diputados opositores, dos gobernadores y otros líderes -como Leopoldo López- son investigados por presunto mal manejo de recursos públicos.