El presidente de Irán, Hasan Rohaní, reelegido este sábado para un segundo mandato, es un clérigo moderado que ha logrado sacar a su país del aislamiento internacional y ha prometido garantizar más libertades a los ciudadanos.
Gracias de nuevo al consenso en torno a su figura de los reformistas y moderados, Rohaní se impuso en las presidenciales del viernes con el 57 % de los votos, muy por delante de su principal rival, el clérigo conservador Ebrahim Raisí, quien obtuvo un 38 % de los sufragios.
Sus principales bazas electorales fueron el acuerdo nuclear firmado en julio de 2015 con seis grandes potencias y la recuperación económica del país gracias al levantamiento de las sanciones, así como presentarse como el garante de las libertades y del progreso de Irán.
Este hombre de aspecto sereno no dudó en echar mano de su carácter para contraatacar a sus adversarios en la carrera presidencial, defender su gestión y evocar los riesgos del regreso a una mayor rigidez de los principios islámicos y al aislamiento internacional si ganaban los conservadores.
Con información de 20 minutos