(Valencia, 26 de febrero. Nota de Prensa) La Asociación de Fruticultores del Occidente de Carabobo (Afocar) y la Federación Nacional que agrupa a este sector, hicieron un llamado público para que se imponga la reconciliación en el Venezuela, sin embargo consideran que no deben «permanecer callados «ante lo que ocurre en las calles del país y más cuando la agricultura, como actividad renovable, actualizada y potenciada por la ciencia y la esperanza de un mejor futuro, está estrechamente ligada a los estudiantes, presente y porvenir de la nación».
A continuación el comunicado de ambas instituciones:
«Ante la crítica situación que atraviesa el país, la Federación Nacional de Fruticultores (Fedenafrut) y la Asociación de Fruticultores del Occidente de Carabobo (Afocar), llamamos a la reconciliación de nuestra sociedad, dividida por radicalismos y violencia política.
Defendemos el derecho de cualquier ciudadano a expresar sus ideas y reclamos sin que deba ser agredido por ejercer su condición de venezolano, por cuanto nuestra nación tiene tradición más característica de mujeres y hombres que marcaron caminos de libertad en el continente.
La agenda de Fedenafrut y Afocar no es otra que la productiva en una sociedad donde se respeten los derechos fundamentales: la vida y el derecho a la libertad política y económica en el marco de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. No podemos permanecer callados ante lo que ocurre en las calles del país y más cuando la agricultura, como actividad renovable, actualizada y potenciada por la ciencia y la esperanza de un mejor futuro, está estrechamente ligada a los estudiantes, presente y porvenir de la nación.
Exhortamos a los universitarios a no dejarse manipular ni caer en acciones de saqueo ni de agresión contra la propiedad privada o el derecho de los vecinos a circular libremente. Subrayamos la necesidad de que se rescaten los valores de la tolerancia, a fin de contrarrestar los mensajes negativos que han alimentado esta crisis y fomentan el resentimiento. No asumir esta responsabilidad nos lleva a una dolorosa confrontación que arruinaría al país y enlutaría a los venezolanos. Debemos aprender de muchos barrios, ejemplos de convivencia y donde no existen guarimbas, sumarnos a sus luchas contra la inseguridad, el desempleo y una mejor calidad de vida. Nadie debe estar marcado por su condición social, política o económica.
Le pedimos a los cuerpos de seguridad que cuando vean a estudiantes, intenten reconocer las caras de sus hijos o nietos. No aceptamos que por ser jóvenes deban ser asesinados, sino aplaudidos por correr detrás del sueño de una Venezuela mejor. Los organismos de seguridad existen para defender a la población, no para atacarla.
Las protestas que han estremecido al país en las últimas semanas buscan señalar los problemas de índole política, social y económica que enfrenta la población. El Gobierno debe propiciar el diálogo diseñando una agenda que incluya una discusión franca sobre las políticas económicas equivocadas que han afectado la producción y castigan a la población con una escasez que tiende agravarse y una inflación que ha deteriorado su calidad de vida. El diálogo debe tener substancia y una agenda acordada por ambas partes. El país está dividido y es la hora de los valientes, debemos aprender a convivir.