Investigadores de la Universidad de Utah, en Estados Unidos, desarrollaron una toalla higiénica que no solo es más pequeña y delgada que las ya existentes, sino que es 100% biodegradable.
La toalla, a la que el equipo llamó “Shero”, usa una forma de algas procesada, que actúa como el material híper absorbente necesario en este tipo de productos. Cubierta con algodón y con el mismo material de las bolsas de té, la toalla higiénica solo tarda entre 45 días y seis meses en descomponerse.
La iniciativa de la “Shero” nació porque a la oficina del profesor Bates llegó la organización guatemalteca Shevo, que estaba buscando soluciones sostenibles para el manejo de la menstruación en ese país. “En Guatemala no existe un sistema sanitario público. Los ríos están negros pues están sumamente contaminados”, señaló el docente.
Así empezó un proceso de ensayo y error que duró dos años, en que probaron la capacidad de absorción de hojas de banano y otros tipos de algodón, hasta encontrar la estructura final de la Shero: una capa externa hecha de algodón sin procesar, similar a una bolsa de té para repeler el líquido, una segunda capa que absorbe el líquido y lo aleja de la externa, una tercera, hecha de gel de agarosa, un alga súper absrovente; y una capa final hecha de un material hecho a base de maíz que mantiene la humedad dentro de la toalla y previene los derrames.
Si bien la toalla fue diseñada para ser usada en países en desarrollo como Guatemala, el equipo planea vender los productos en Estados Unidos como una opción para las mujeres que quieran reducir su impacto medioambiental.
Con información de Elelmundo