La madrugada de este 4 de junio, 9 personas fueron asesinadas a tiros en la localidad de Rédkino, en la región rusa de Tverskaya, unos 150 kilómetros al noroeste de Moscú. El asesino, Serguéi Yegórov, de 45 años, fue detenido por la Policía después de recibir una llamada de auxilio por parte de una mujer que logró esconderse en el segundo piso de la casa donde se encontraban, señala el informe oficial.
El incidente comenzó cuando varias personas que se encontraban reunidas e ingiriendo bebidas alcohólicas con el asesino, dudaron de que este haya servido a la infantería rusa (como aseguraba) y comenzaron a burlarse de él. Fue entonces cuando Yegórov se retiró del lugar y regresó momentos después con un rifle de caza Saigá. Posteriormente y bajo el grito «voy a mostrarles cómo sé disparar», inició el tiroteo.
El asesino disparó contra dos hombres dentro de la casa y mató a los demás fuera de ella, mientras intentaban escapar. Se conoció que Yegórov había intentado obligar a una de las mujeres a cavar su propia tumba, pero esta se negó y fue asesinada en el patio de la casa, informa la prensa local citando a una persona cercana a la investigación.
El asesino no tenía problemas con la Ley
Los agentes que llegaron al lugar de los hechos encontraron al asesino recogiendo los cuerpos de los fallecidos. Se cree que Yegórov intentaba trasladar o quemar los restos de las víctimas para ocultar el crimen. El hecho dejó un total de 9 víctimas mortales: 4 mujeres y 5 hombres.
Las autoridades aseguran que el hombre no tenía problemas con la Ley. Yegórov vivía en Moscú con su madre de 90 años y trabajaba como electricista en la localidad de Rédkino.
Con información de Actualidad RT