Cuando parecía que su corona regresaría al reino de los Warriors de Golden State, de donde la sacaron en una carga suicida hace un año, los Cleveland Cavaliers y su líder LeBron James resucitaron para mantenerse con vida en la Final de la NBA.
Las emociones están en su pico máximo en las finales de NBA, con las superestrellas LeBron James y Kevin Durant intercambiando palabras calientes mientras los Warriors están a punto de liquidar la serie al tener ventaja de 3-1 antes del quinto partido el lunes.
Golden State podría conquistar en su cancha de Oakland su segunda corona en tres años, pero no quitan el ojo sobre un equipo capaz de reaccionar con furia y repetirles la gracia del pasado año, cuando también ganaban 3-1 y fueron barridos en los siguientes tres partidos para perder el título.
«La temporada pasada fue la temporada pasada, esta temporada es la temporada de ahora», dijo el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, quien busca exorcisar los fantasmas de 2016.
Los Cavaliers han demostrado que aún no están vencidos, cuando en el cuarto partido del viernes establecieron varios récords, como el de mayor cantidad de triples encestados en un partido (24), mayor total de puntos en un solo cuarto (49) y mayor cantidad en un primer tiempo (86).
Los Cavs de LeBron James ya tienen experiencia en este terreno escabroso, cuando el pasado año tuvieron el regreso más grande en la historia de finales y le dieron a Cleveland su primer título importante de cualquier deporte en 52 años.
«No me gusta estar así. Demasiado estres, pero llevo haciendo esto todos los años», dijo LeBron James.
«Tenemos a algunos chicos muy confiados, pero los Warriors tienen ADN de campeonato y nosotros también», añadió el alero.
Con información de Líder en Deportes