Kim Kardashian es reconocida por su llamativo trasero, y su guardaespaldas procuró cuidar cada centímetro de su retaguardia y curvas poco antes de intervenir a la Cumbre de Mujeres Forbes en la ciudad de Nueva York.
La empresaria de 36 años se dirigía a un edificio, este de forma muy cordial abrió la puerta del recinto con una mano, pero la otra resultó estar demasiado cerca de su trasero. ¿Será que sintió algo?
Con información de DailyMail