Se hace inevitable mencionar su nombre y no crear una referencia mental de esfuerzo, fútbol y sabores cremosos. Incluso, hasta de direcciones. Y es que, si usted ha transitado por la avenida Bolívar de Valencia, debe saber de quien le hablo. Sí, es Concetto Di Tommasi.
Nació en una región italiana llamada Sicilia en el año 1936, allí le enseñaron el valor de aprender diversos oficios desde muy pequeño, por lo que su paseo laboral en suelo venezolano nunca se vio paralizado. «Me movía, tenía un espíritu fuerte. Con 20 años me quería comer el mundo», resaltó con entusiasmo, ese que aún mantiene.
Luego de aprender el arte y esencia que esconden los helados, se llenó de valor para independizarse, y en 1958 abrió su pequeño negocio frente al Ateneo (hoy llamado Museo de Arte Valencia): La popular Heladería Olympia, que desde hace más de medio siglo sigue abriendo sus puertas. ¿La clave del éxito? «Enamorarse del trabajo, como se enamora uno de una mujer», recalcó Di Tommasi.
Así que, con la premisa de ser económicos pero «de calidad», las tinitas y barquillas pueden adquirirse a precios accesibles, que van desde 1.200 bolívares a Bs. 7 mil. Sin olvidar una cremosa especialidad: la cassata siciliana, una crujiente torta fría rellena con capas de helado de mantecado, pan bañado en esencia de licor, higos troceados, turrón y cremoso chocolate.
«Necesitaba una familia»
El verdadero amor llegó después de 55 años. Su nombre, Carmen Jiménez, una yaracuyana que pisó Valencia para estudiar Derecho, y con apenas 21 años cautivó el dulce corazón de este siciliano, «me hizo el hombre más feliz del mundo», expresó con añoranza.
Pero, en el 2016, la señora de Di Tommasi dejó un vacío irrefutable, un luto que sigue latente entre lágrimas y recuerdos. Sin embargo, 3 hermosas niñas convertidas hoy en mujeres: María Carmela, Silvana y Valentina, siguen esbozando la belleza de su madre Carmen, un oxígeno para la sonrisa de Concceto.
Pasión desde la banca
Aunque no fue un jugador empedernido, sus ojos brillan cuando de goles se habla, tanto así que se convirtió en el fundador del Valencia Fútbol Club, hoy conocido como Carabobo F.C., equipo que mantiene su pasión a flote. Por eso, el Polideportivo Misael Delgado se ha convertido en su segundo hogar, pues Concetto siempre dice presente ante cualquier partido del conjunto granate.
Ya todos los llaman «el fanático número 1», título que inunda su rostro de felicidad, pues para él, “el fútbol es algo demasiado hermoso», tanto así que decretó con convicción lo siguiente: «El día que muera, moriré con una camiseta del equipo».
¡Gracias Valencia!
Este italiano con alma de poeta, sigue al frente de la barra para atender a niños y adultos que ha visto crecer, rodeado de imágenes, reconocimientos y vivencias que le recuerdan de dónde viene, con mucho trabajo y esfuerzo.
«Todo lo que soy es gracias a ustedes», así se despidió Concetto Di Tommasi, quién con 81 años aún no define su sabor de helado preferido, pero sigue escribiendo su historia en la cúspide de la Olympia…
Redacción: Raquel Almérida / Noticias24 Carabobo
