Con un saldo de seis desaparecidos y casi medio millón de desalojados de sus casas, algunas completamente arrastradas y otras con daños severos al suroeste de Japón, han dejado las inundaciones y deslaves producto de las torrenciales lluvias.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) las califica como uno de los mayores desastres naturales en el país en las últimas décadas. Las tormentas han superado los 120 milímetros por hora y el agua acumulada el último día, en las prefecturas de Fukuoka y Oita, las más afectadas, supera los 540 milímetros.
La JMA ha pedido la «máxima vigilancia» en algunas áreas. El Ejército se ha encargado de rescatar hasta ahora a más de 1.600 personas en ambas prefecturas. Se espera, además, que unos 7.500 efectivos del Ejército, bomberos y policías participen en labores de búsqueda y rescate.
Las lluvias torrenciales que afectaron al oeste de Japón este miércoles dejaron un muerto y unos 20 mil evacuados, lo que se unió a los otros 20.000 desplazados por el tifón Nanmadol, que azotó el suroeste del país a principios de semana.
Con información de AVN