Tres altos dirigentes de la organización terrorista Estado Islámico (EI) fueron dados de baja en la ciudad iraquí de Mosul, dio a conocer la milicia de esa localidad, citada por la agencia RIA Novosit.
«Los miembros de la milicia popular lograron identificar los cuerpos de los terroristas que fueron dados de baja en la parte occidental de Mosul este 20 de julio», agregaron.
Según la información disponible, los cabecillas eliminados eran: el jefe de la ‘policía islámica’, el responsable del reclutamiento de terroristas suicidas y el jefe de planificación de operaciones de las células clandestinas del EI.
La liberación de Mosul, tres años después de que la ocupara el grupo yihadista, ha supuesto una gran noticia para todos los iraquíes, sobre todo si tenemos en cuenta que el país lleva sufriendo 17 años de violencia continuada. Sin embargo, la reconciliación, la reintegración y la reconstrucción, que deberían convertirse en los pilares fundamentales para sacar a Mosul del pozo en el que se encuentra inmerso, han sido sustituidas por la misma sed de venganza que hace años contribuyó a la victoria de los yihadistas.
Los informes de las organizaciones de derechos humanos que llegan desde Irak son demoledores: ejecuciones extrajudiciales, detenciones ilegales, maltrato a los arrestados y prisiones improvisadas en condiciones infrahumanas. Ante lo que las ONG ya califican como «crímenes de guerra», el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, ha afirmado que «toda violación contra la ley o contra la dignidad de una persona es inaceptable». Aunque el mandatario ha asegurado que las autoridades perseguirán estos abusos, los ha calificado como «actos individuales».
Con información de Actualidad RT