El Papa Francisco calificó como “una absoluta monstruosidad, un pecado terrible” el que religiosos abusen sexualmente de jóvenes, esto lo dijo el Sumo Pontífice en el prefacio del libro de Daniel Pittet, un suizo de 57 años que sufrió violaciones de un fraile capuchino también helvético cuando era niño.
El libro se titula, “Lo perdono, padre”. Allí Su Santidad pide perdón a todos “con toda humildad”: a las familias de las víctimas de los curas pedófilos, les que expresa “mi amor y mi dolor”, detalla el Clarín de Argentina.
Asimismo, Jorge Bergoglio recuerda que “algunas víctimas llegaron a quitarse la vida. Estas muertes pesan sobre mi corazón y mi conciencia y sobre toda la Iglesia”.
“¿Cómo puede un sacerdote, al servicio de Cristo y de su Iglesia, arribar a causar tanto mal? ¿Cómo puede haber consagrado su vida para conducir a los niños a Dios y terminar en cambio por devorarlos en lo que he llamado un sacrificio diabólico, que destruye tanto a la victima como a la vida de la Iglesia?”, preguntó el Papa.