Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil, cierra este martes su gira como precandidato en Sao Luis, capital del estado Maranhao, donde sigue siendo un representante importante pese a denuncias de corrupción.
Lula pondrá por la tarde punto final a un recorrido que lo llevó a 25 ciudades de su núcleo duro de votantes, donde desempolvó su agenda de reivindicaciones sociales –que ayudaron a sacar a 30 millones de brasileños de la pobreza– y criticó el ajuste del presidente conservador de Michel Temer, su exaliado.
«Es una figura aún muy influyente en el sistema político brasileño. Su impacto en las redes sociales aumentó durante la gira, generó un efecto sobre el debate público y puede preservar a su electorado más cautivo, que es el de renta más baja, en función de su discurso de reivindicaciones sociales», dijo a la AFP Rafael Cortez, analista político de la consultora Tendencias.
Pero su vuelta al poder está tapizada de incertidumbres, pese a aparecer primero en varios sondeos de cara a los comicios de octubre de 2018.
Con información de Globovisión