Matthew James Phelps de 27 años, despertó de un sueño profundo y encontró a su esposa Lauren de 29, muerta a su lado en su casa, en Estados Unidos. En la llamada que hizo al 911, declaró que cree haberla matado inconscientemente bajo los efectos de una medicina antigripal.
El presunto homicida le dijo al operador que tomó “más medicina de la que debería” y cuando despertó encontró sangre en todo su cuerpo. “Hay un cuchillo ensangrentado en la cama. Creo que la maté”, dijo.
La Policía llegó a la dirección de los Phelps en Raleigh, Carolina del Norte, la madrugada del viernes y encontró el cadáver de Lauren, ensangrentada y apuñalada. Phelps quedó detenido y fue imputado bajo el cargo de homicidio.
El caso ha causado conmoción en la comunidad de Carolina del Norte porque Phelps estudiaba para ser pastor del vecindario, mientras trabajaba en una empresa de servicios. Laura era docente. La pareja tenía 9 meses de matrimonio.
Durante la llamada al 911, Phelps dijo que había tomado Coricidin para la tos y el resfrío. “Sé que me puede hacer sentir mejor. Como muchas veces no puedo dormir por la noche, tomo algunas”. Cuando el operador le pregunta si puede ver si su esposa aún respira, el sujeto responde: “Ella no se mueve. ¡Dios mío!».
Coricidin Cough & Cold, la medicina que Phelps dijo que ingirió antes de apuñalar a su esposa, es producido por la empresa farmacéutica Bayer. ABC News se contactó con la multinacional que lamentó muerte de la mujer. «No hay evidencia que sugiera que el Coricidin esté asociado con comportamientos violentos», indicaron.
Aunque Phelps culpa al medicamento del asesinato, las investigaciones buscarán otras razones de la muerte de su esposa.
Con información de RPP
