A consecuencia de los ataques terroristas de los que ha sido víctima Paris, se instalará una pared de cristal a prueba de balas en torno a los jardines de la Torre Eiffel, que costará 30 millones de euros.
Las obras sobe el monumento se prolongarán hasta mayo de 2018, indicó el responsable de Turismo, Jean-François Martins.
El monumento, que visitan entre seis y siete millones de personas por año, ya cuenta con una custodia permanente de policía, pero los concejales de París votaron por unanimidad en marzo aumentar la seguridad del lugar a causa de la «amenaza terrorista especialmente alta».
Casi 7.000 soldados fueron desplegados en el marco de la operación antiterrorista Centinela, para mantener la seguridad de las calles, principalmente en los lugares turísticos, desde el ataque islamista contra la redacción del semanario Charlie Hebdo en enero de 2015.
Pero los atentados terroristas sangrientos continuaron, y en noviembre de 2015 un comando suicida causó 130 víctimas, además de la muerte de siete terroristas islámicos. Martins afirmó que las obras «no entorpecerán la llegada de visitantes en ningún modo«, y que los turistas todavía podrían visitar la torre tras pasar los controles de seguridad.
En 2018 empezarán a pintar la torre de hierro, levantada hace 128 años, así como una renovación de los ascensores, que llevará dos años. Además, se construirá un nuevo centro de recepción a partir de 2021, dijo Martins, si bien matizó que el controvertido proyecto que preveía la construcción de un centro comercial subterráneo había sido desechado.
La ciudad trata de mejorar el sitio sin mermar el número de visitantes de cara a los Juegos Olímpicos 2024, que tendrán lugar en la ciudad. En total, se han reservado 300 millones de euros para mejorar la experiencia de los visitantes de la Torre Eiffel en los próximos 15 años, la mitad, para el mantenimiento del monumento, inscrito en el Patrimonio Mundial de la Unesco.
Con información de La Capital