Un anciano de 81 años, residente de la ciudad alemana de Bretten, llamó a la Policía después de encontrar un objeto largo, cilíndrico y oscuro en su jardín, asegurando que era una bomba.
Cuando llegaron los agentes, que están acostumbrados a los hallazgos de bombas de la Segunda Guerra Mundial en territorio alemán, descubrieron que el objeto no era nada más que un calabacín gigante, de unos 40 centímetros y 5 kilogramos.
«El objeto, que de verdad se parecía mucho a un proyectil, tenía de 40 centímetros de longitud», señaló la Policía, que cree que alguien simplemente tiró la verdura al jardín del hombre. Los agentes le dejaron el calabacín al anciano.
Aún más de 70 años después de la Segunda Guerra Mundial, las bombas sin explotar son un problema serio en Alemania. Entre 1940 y 1945, las fuerzas aéreas de Estados Unidos y Reino Unido lanzaron más de un millón de toneladas de bombas sobre la Alemania nazi. Se estima que hasta un 10 % de las bombas no explotaron.
Con información de Actualidad RT