La Ciudad del Vaticano prohibirá la venta de cigarrillos en su territorio. La medida obedece a los problemas de salud que causa el consumo de tabaco y fue ordenada por el papa Francisco, para entrar en vigor a partir del 2018.
El precio de los cigarrillos para los trabajadores y jubilados del Vaticano es notablemente menor al valor de este producto en el resto de Italia.
Las normas locales permiten a los empleados de la Santa Sede comprar hasta cinco cartones de cigarrillos por mes. Así, es frecuente que muchos fumadores italianos pidan a sus conocidos que trabajan en el Vaticano que les compren allí sus cigarrillos, para sacar ventaja de la diferencia de precio.
La venta de tabaco ha sido la segunda fuente de ingresos más importante para el Vaticano, aportando a sus arcas cerca de 11 millones de dólares al año. Pero «ningún beneficio económico puede ser legítimo» si está basado en una actividad «que le cuesta la vida a las personas», declaró el portavoz del Vaticano Greg Burke.
La medida se fundamenta en las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los daños para la salud que provoca el hábito de fumar. Según las estimaciones de este organismo, más de 7 millones de personas mueren cada año a causa de enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Con información de Actualidad RT