La agencia fotográfica Barcroft reveló a las personas más espectacularmente diferentes y excepcionales del año, incluyendo un bebé indio gigante y la modelo más alta del mundo, informó el portal web DailyMail.
Chahat Kumar: bebé gigante
Este niño nacido en India, comenzó a hincharse en tamaño a la edad de cuatro meses. Ahora con 8 meses, pesa casi lo mismo que un infante de 4 años.
Lindsay Hilton: Crossfit sin extremidades
La mujer de 31 años, de Halifax en Nueva Escocia, nunca ha dejado que la falta de brazos y piernas le impidan alcanzar sus sueños deportivos. De niña aprendió a esquiar, nadar y jugar al rugby. Ahora su pasión es levantar pesas.
Sara Geurts: síndrome piel flácida
Esta modelo de 26 años y oriunda de Minneapolis, está decidida a forjarse una exitosa carrera como modelo a pesar de luchar con el síndrome de Dermatosparaxis Ehlers-Danlos (EDS), un trastorno genético que causa una piel excesivamente flácida.
Martina Big: bronceado extremo
La modelo alemana sorprendió a sus admiradores con su piel, pues antes era rubia pero pasó a ser «marrón oscuro crujiente» después de solo 3 inyecciones de bronceado y planea seguir dando más color a su piel. Además, sus senos son los más grandes de Europa.
Ram Raj Chauhan: familia con enanismo
Esta familia en la ciudad india de Hyderabad siempre se destaca entre la multitud, porque 9 de los 11 miembros tienen una condición genética llamada acondroplasia, que causa enanismo de extremidades cortas.
Deb Roach: Poledance con un solo brazo
Esta bailarina australiana ha desafiado las dificultades de practicar este deporte, luego de haber nacido con un solo brazo. Deb lo tomó tan bien que ahora enseña la habilidad y ha ganado 2 campeonatos internacionales.
Ekaterina Lisina: la modelo más alta del mundo
La exmedallista olímpica de baloncesto tiene un nuevo objetivo: ser la modelo más alta del mundo. Ya ha sido nombrada la mujer más alta de Rusia, pues después de retirarse del baloncesto, la belleza de piernas largas decidió dedicarse al modelaje.
Zoe Lush: huesos frágiles
Tiene una rara condición que significa que sus huesos son tan delicados que «se rompen en el viento». Zoe se rompió varios huesos cuando todavía estaba en el útero, se rompió la clavícula durante el parto y rompió otros 100 huesos antes de tener 1 año. Ahora, que tiene 6 años, ha roto casi todos los huesos de su cuerpo y casi fue decapitada internamente después de que los huesos en su cuello comenzaron a desgastarse.