Juan Manuel Santos, ordenó a su equipo negociador regresar de Quito, Ecuador, donde se iba a iniciar la quinta ronda de diálogo por la paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La decisión del presidente colombiano, fue tomada luego de que el Ejército denunciara que el grupo insurgente realizó un atentado contra dos tramos del oleoducto Caño Limón-Coveñas en los departamentos colombianos de Arauca y Boyacá. Además dos uniformados habrían resultado heridos por una explosión.
Este 9 de enero había vencido el cese al fuego bilateral acordado entre las partes y si bien desde ambos lados había intenciones de extenderlo, de momento no lograron llegar a un acuerdo.
Según las autoridades colombianas fue el ELN el que se negó a extender el cese al fuego. Mediante un comunicado, la misión negociadora de Bogota expresó: «Ha sido clara y expresa la voluntad del Gobierno Nacional de prorrogar el cese al fuego y de renegociar condiciones que atiendan al llamado de todos los colombianos y de la comunidad internacional».
En ese sentido, apuntaron que el ataque del grupo armado vuelve a «afectar gravemente a la población» y de esa manera «desatienden el clamor de la sociedad civil, líderes políticos, de derechos humanos, la Iglesia, países amigos y las Naciones Unidas».
El ELN, por su parte, había remarcado que el gobierno venía incumpliendo su palabra durante la suspensión de hostilidades vigente hasta el martes ya que persistían los crímenes contra líderes sociales por parte de paralimitares y el ejército.
Con la decisión de Santos el futuro del diálogo resulta incierto. Cabe recordar que este año los colombianos elegirán un nuevo presidente y el devenir del acuerdo de paz ya firmado con las FARC y el que se está negociando con el ELN estará en el centro de la agenda.
Con información de Actualidad RT