En Alemania serían entre 80 y 100 hombres que fallecen anualmente debido a la masturbación extrema y al uso de técnicas que facilitan el orgasmo. El 90 % de muertes por esta causa son masculinas, el 10 %, femeninas.
Se estima que solo en Estados Unidos mueren anualmente entre 500 y 1.000 personas por prácticas autoeróticas que implican asfixia, electrocución, hemorragias tras la inserción de objetos en los genitales, entre otras. Aunque es difícil tener una cantidad más precisa, ya que cuando los familiares encuentran los cuerpos en posturas comprometedoras, con frecuencia eliminan todas las evidencias.
La autoasfixia durante la masturbación es la primera causa de muerte por prácticas autoeróticas, ya sea por estrangulamiento o por asfixia por el uso de bolsas de plástico alrededor de la cabeza, causa que las personas pierdan la conciencia en solo 30 segundos», explica el forense Harald Voss a Bild, así lo reseñó Periódico Central.
La asfixia auto-erótica y ¿por qué asfixiarse puede producir placer?
Muchas personas han muerto practicando la asfixia auto erótica, es decir, asfixiarse hasta casi perder el conocimiento mientras se masturban.
Esta práctica parece remontarse a varios siglos de antigüedad: está registrada como práctica entre los esquimales y algunos pueblos asiáticos. La práctica de la auto asfixia erótica se ha documentado desde principios del 1600.
También es habitual usar cinturones para apretar el cuello. En muchas películas pornográficas es posible ver cómo uno de los amantes rodea con sus manos el cuello del otro y lo asfixia. La Asociación Estadounidense de Psiquiatría considera que la privación de oxígeno con el objetivo de aumentar la intensidad del orgasmo se clasifica como «hipoxifilia».
¿Por qué aumenta el placer la falta de oxígeno?
Hay varias razones. Por un lado, puede aumentar la excitación como parte de un ritual masoquista extremo; por otro, la falta de oxígeno en la corteza cerebral también genera pérdida de lucidez y alucinaciones que podrían emular la acción de algunas drogas y aumentar la sensación de placer. Pero además, algunas declaraciones de personas que lo practican aseguran que el aumento de excitación física es muy considerable, hecho que concuerda con el principio aparentemente ilógico de que el miedo incrementa el deseo y la intensidad sexual.
Con información de Xataka Ciencia