Prohíben acopio de bombonas de gas doméstico en el estado Monagas, y se retomará la distribución a domicilio, informaron las autoridades.
La medida se toma luego de la explosión de más de 150 bombonas en Caño de Los Becerros; que dejó cuatro muertos y 46 heridos.
Mediante un comunicado, la presidenta de Gases Maturín (Gasmaca), Luisana Betancor, aseguró que la medida sigue instrucciones de la gobernadora Yelitze Santaella.
“Se informa a todos los líderes parroquiales, municipales, CLAP, líderes de calle, entre otros, que en la medida de dar cumplimiento a las normas y protocolos de seguridad en la Distribución del GLP; a partir de este momento queda prohibido el acopio de cilindros en los sectores, siendo retomada la Distribución del GLP a Domicilio”; reza el mensaje.
Asimismo, Betancor detalló «a todos los líderes parroquiales, municipales, CLAP, líderes de calle, entre otros» que la solicitud del servicio de gas por sector debe contener el detalle del pedido y dirección de cada usuario; “para dar cumplimiento con el despacho casa por casa».
Explosión de bombonas de gas dejó cuatro muertos
El hecho ocurrió la tarde del pasado lunes 28 de diciembre, cuando casi 100 personas esperaban el despacho de gas tras la llegada del camión después de más de un mes de espera; reseñó La Verdad de Vargas.
Una mujer, una adolescente, una niña y un septuagenario fallecieron días después por la gravedad de sus lesiones.
Laura Figuera, de 28 años de edad, murió el 1° de enero en el Hospital Universitario “Dr. Manuel Núñez Tovar” de Maturín. Se encontraba entre los primeros de la fila frente a la casa de la encargada de la distribución de gas en esa comunidad.
El 4 de enero se reportó el deceso de la hija de Figuera, Xavielys Sofía Gil Figuera. Tenía cinco años de edad y la habían trasladado al Complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez de Ciudad Bolívar, estado Bolívar, para recibir cuidados especiales para sus quemaduras.
La tercera víctima de esta tragedia fue la adolescente Emely Leonett, de 13 años de edad. Falleció el 5 de enero en el Ruiz y Páez, reseñó Efecto Cocuyo.
Mientras que el último fallecido, el septuagenario Juan Ramos, se encontraba internado en la clínica Isámica en estado delicado tras desarrollar complicaciones respiratorias y líquido en los pulmones. Murió el miércoles, 6 de enero.
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