Cecilia no pensó que Jesús pasaría a ser el niño perdido en Valencia; aquella tarde de 1994 lo veía jugar en el jardín de su casa en la urbanización Agua Blanca; pero desde ese segundo viernes de diciembre la familia no volvería a ser la misma.
Estaba en el cuarto tejiendo prefirió irse y dejar a Jesús en el jardín, con la reja cerrada; mientras ella escuchaba al pequeño desde la ventana. Sintió un poco de sueño aquella tarde; quería dejar el café el cual era para ella un vicio y se recostó un poco.
Cuando se despertó se sorprendió al no escuchar la voz ni los pasos de Jesús en el jardín. Su corazón comenzó a latir fuertemente y salió desesperada a buscarlo; no lo encontró y desde ese momento sintió que su vida cambió.
Carlos su esposo, llegaba del trabajo a las seis y la encontró con lágrimas en los ojos mientras le decía que Jesús estaba desaparecido. Recorrieron la urbanización y salieron un poco más allá llegando a otros lugares del norte valenciano; de Jesús no se sabía nada.
El efecto de las comunicaciones en aquel tiempo eran inmediatas y la noticia de que un pequeño estaba desaparecido; salía hasta en las pantallas de El Observador por RCTV. Mientras la foto del niño se hacía viral en aquel tiempo.
El niño perdido en Valencia
En el Terminal del Big Low Center entregaban fotos de Jesús con la intención de que las personas lo reconocieran. Los conductores de autobuses colaboraban y se ofrecían a llevar la imagen a otros estados; en una semana todos sabían quién era el niño.
El estado Carabobo y la desaparición de Jesús se hizo sentir como especie de un clamor nacional. La imagen en copia color azul de Jesús estaba hasta en los peajes del oriente del país; y hasta en las bodegas de Cabimas.
Pero de Jesús no se tenía noticias, nadie informaba del paradero, se armaron cadenas de oración por el desaparecido. La policía científica de aquel tiempo enviaría unos agentes especiales a Valencia; pero en dos meses no tenían ningún rastro. RCTV trajo un A Puerta Cerrada para hablar del tema del niño desaparecido.
Se comenzó una segunda fase de la búsqueda por todos lados en el norte de Valencia como en el sur. Decían que al pequeño lo habían visto sin cejas y con el cabello rapado por la avenida Lara; pero el operativo era infructuoso era un niño muy similar a él.
Sin rastro
La paz se había acabado en aquel hogar de la urbanización Agua Blanca; la cual los medios iban casi de dos a dos semanas a tomar fotos. Pero mientras más se buscaba no se daba ningún eco de aquella búsqueda. Jesús seguía sin aparecer.
La madre extrañaba la voz del niño correr en el jardín y jugar a la pelota; pero era como si se lo hubiese tragado la tierra. Muchas personas incluso colaboraban con fotocopias de la foto; y hasta personas de otros países colocaban la imagen en Miami, Ciudad de México y Bogotá.
Los padres no se explicaban aquella desaparición de Jesús y prefirieron calmar aquel dolor. Desde aquel diciembre de 1994, Jesús marcó un antes y un después de su familia, quienes aún se mantienen esperándolo.
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