Revisar el celular de una pareja puede parecer algo inocente o común, pero lo cierto es que es una práctica muy tóxica que daña tu propia estabilidad emocional y que también vulnera la privacidad de esa persona.
Algunos expertos en relaciones de pareja aseguran que es sorprendente la frecuencia con la que se espían mientras están en su celular o que incluso, se animan a leer sus mensajes y ver sus llamadas en cuanto la otra persona no está viendo.
Honestidad
Expresa tus dudas e inseguridades antes de espiar, la buena comunicación puede ser la solución de muchos de los problemas que ni siquiera existen.
Diálogo
De la mano con el punto anterior, el diálogo desde un entendimiento claro y sin emocionalidades, debe potenciarse con respeto y buenas decisiones que sean tomadas entre ambos.
Analizar consecuencias
Pensar en lo que pasaría después antes de una acción precipitada, como revisar el teléfono de tu pareja, ayudará a meditar con sinceridad cuál es la decisión correcta.
Recordar qué tipo de información se obtiene
Cuando se espía el celular de alguien, casi siempre se obtiene información que es confusa y relativa, que no es necesariamente veraz, por lo que las sospechas estarán a flor de piel, muchas veces sin necesidad.
Respiración
Una técnica ancestral de meditación es la respiración consciente. Y esta también puede ayudar en el momento de controlar el impulso de espiar. Intenta respirar 10 veces, inhalando y exhalando de manera concentrada.
Alejarse de la tentación
Si las ganas de ver el teléfono de tu pareja son incontrolables, apuesta por tomar tu espacio y alejarte de la tentación antes que sea demasiado tarde.
Poner en práctica estas recomendaciones, harán que poco a poco este mal hábito sea cosa del pasado. Tu paz mental, tu autoestima, tu relación y hasta tu pareja te lo agradecerán.
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