La semana pasada, su fotografía dio la vuelta al mundo y acaparó titulares. Más allá de lo impactante o sorprendente de la gráfica, se trata de un procedimiento quirúrgico de profundas implicaciones físicas y psicológicas para quien acepta someterse a ello.
¿En qué consiste? ¿Qué resultado puede esperarse? ¿Cómo afecta al paciente? Son algunas de las preguntas que BBC Mundo indagó de la mano de especialistas de dos reputadas instituciones del Reino Unido.
El «cultivo» de ciertas partes del cuerpo y en concreto, de la nariz no es una técnica nueva.
Básicamente, consiste en insertar un modelo fabricado con polímeros dentro de la piel, previamente estirada con un expansor, a fin de que adapte la forma y desarrolle un sistema circulatorio.
Esta puede resultar la mejor opción para que un paciente recupere el órgano perdido o destruido, bien por un accidente o como resultado de ciertos tratamientos como la quimioterapia.
«Es necesario cultivarla en otro lugar donde se adapte a la misma piel de la persona, para crear vasos que luego puedan conectarse», le explicó a BBC Mundo Alexander Seifalian, experto en nanotecnología y medicina regenerativa de la University College of London, y quien actualmente trabaja en la implantación de una nariz en el brazo de un paciente creada con nanotecnología y células madre en laboratorio.
«Cultivo»
El objetivo es garantizar que la sangre circule una vez colocada en su lugar y que la piel no muera.
La piel de la frente es la candidata perfecta por su similitud en textura y color. Adicionalmente, cultivar la nariz justo arriba de su lugar de destino ofrece una ventaja adicional: «se le puede dar vuelta 180 grados; eso sería muy difícil si se la pone en otro sitio», le explicó a BBC Mundo Fadi Issa, profesor de cirugía plástica clínica de la Universidad de Oxford.
En el caso de Xiaolian, la novedad consistió en implantar también cartílago tomado de las costillas.
Los doctores estiman que la nueva nariz se encuentra en buenas condiciones y que podría ser recolocada pronto.
Olores y efectos
¿Y qué hay del sentido del olfato? ¿Lo recupera el paciente junto con su nariz?
De acuerdo con el doctor Issa, la capacidad de oler se mantiene. «Los receptores olfativos -el epitelio olfatorio- no se encuentra en la nariz como tal, sino más arriba, en el interior de la cavidad nasal», señaló.
En cambio, hay problemas que pueden derivar ya no directamente del procedimiento, sino de lo que significa vivir por semanas, incluso meses, con una protuberancia que se transforma en nariz en un lugar extraño del cuerpo.
«La cuestión de los riesgos psicológicos es una pregunta difícil. Depende del paciente. Hay que escoger a uno que será capaz de manejarlo. Tiene que estar lo suficientemente motivado para someterse a múltiples procedimientos«.
«Es muy impactante porque se trata de una nariz en la frente. Pero también es cierto que al menos no es la nariz de nadie más«, matizó el especialista.
«Nadie quiere tener una nariz en la frente. Por supuesto no vas a querer que la gente se te quede viendo. Pero no es tan malo como quedarse totalmente sin nariz«, opinó, por su parte, Alexander Seifalian.