(Valencia, 09 de febrero. AFP) La película venezolana «Azul y no tan rosa», una historia del cineasta Miguel Ferrari sobre la homosexualidad, ganó el Goya a la mejor película iberoamericana en la 28ª edición de los premios anuales del cine español, entregados este domingo en Madrid.
La cinta venezolana se impuso a la argentina «El médico alemán» de Lucía Puenzo, la chilena «Gloria» de Sebastián Lelio y la mexicana «La jaula de oro» de Diego Quemada-Díez.
Ópera prima de Ferrari, quien también escribió el guión, y una de las películas más taquilleras de la historia de Venezuela, «Azul y no tan rosa» narra la historia de Diego, un fotógrafo homosexual encarnado por Guillermo García que decide formalizar su relación con su novio FabriziO yéndose a vivir con él.
Sin embargo, de repente se ve obligado a hacerse cargo de su hijo Armando, un joven adolescente que vive en España. A Diego le resulta difícil entablar una relación afectiva con su hijo, al que no ve desde hace años, y que llega a Venezuela cargado de reproches hacia su padre.
La situación se complica cuando un grupo de radicales homófobos da una brutal paliza a Fabrizio y lo deja en coma.
Esta es la primera vez que una película venezolana gana este premio.
Esta coproducción hispano venezolana cuenta con dos actores españoles, el veterano Juan Jesús Valverde y el joven Nacho Montes, en un reparto sólidamente encabezado por un estupendo actor, Guillermo García, más conocido por sus papeles televisivos en series, como “Mi ex me tiene ganas” y las actrices Hilda Abrahamz y Daniela Alvarado.
“Hice una película que les habla a todos, independientemente de la opción que tengan. Una historia sobre el amor y el reencuentro. Espero que algún día los venezolanos lleguemos a reencontrarnos y a respetarnos a pesar de nuestras diferencias”, ha dicho el cineasta sobre su película.
Es, sin duda, el año para Venezuela del cine español, que tuvo su primer reconocimiento en el Festival de San Sebastián con la Concha de Oro para “Pelo malo”, tercer largometraje de Mariana Rondón, que también marcó un hito al ser la cuarta mujer en conseguir el máximo galardón de la prestigiosa muestra de cine internacional.
Al igual que “Pelo malo”, “Azul y no tan rosa” pone el dedo sobre la llaga de la intolerancia, en este caso con un registro desenfadado y muy “almodovariano”, influencia que Ferrari no solo reconoce, sino que, asegura, la disfruta provocando al espectador con guiños a su filmografía.
Con información de Noticias24