Su obsesión por verse igual que Ken, provocó que Rodrigo Alves se sometiera a 43 cirugías estéticas; sin embargo, además del gasto económico, se enfrentó con algo más mortífero cuando una operación de nariz salió terriblemente mal, al grado de contraer necrosis.
Su cara casi destruida frenó la adicción del brasileño de 33 años por las cirugías plásticas y casi echó por el suelo su deseo de ser el Ken humano.
Y es que después de su séptima rinoplastia -realizada para salvar su nariz- Rodrigo aseguró que jamás volverá a pisar un quirófano, a menos que sea estrictamente necesario y por cuestiones médicas. Esto no significa que le diga adiós a su sueño de detener el envejecimiento natural de su cuerpo, ya que aseguró se someterá a tratamientos estéticos no invasivos que no involucren el uso del bisturí.
Antes de que su nariz contrajera necrosis, el brasileño había gastado aproximadamente 390 mil dólares, pero todo empeoró cuando apareció un agujero en su nariz, ha tenido que desembolsar más de un millón de dólares para reparar el error.
Aunque se alejó de la cirugía estética, Rodrigo ya se adentró a terapias de radiofrecuencia y cavitación en el cuerpo. Además de implantes de cabello, inyección de células madre y Lipoglaze (remoción de grasa bajo punto de congelación).
Con información de Tvnotas