Los atentados terroristas siguen destruyendo Egipto, el pasado domingo de Ramos se manchó de sangre el país africano con Cario, en los que murieron al menos 44 personas y que fueron reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico.
Al menos 27 fieles perdieron la vida y 77 resultaron heridos en un primer ataque contra la catedral de San Jorge de Tanta, en el interior de la cual se produjo una explosión durante la misa del Domingo de Ramos.
La explosión tuvo lugar en las primeras bancadas de la iglesia, donde se sientan los hombres y cerca de los diáconos, según uno de los fieles que se encontraba en el interior del templo.
Poco después, otra explosión tuvo lugar en la catedral de San Marcos de Alejandría, donde al menos 17 personas perecieron y más de 40 resultaron heridas.
Según el Ministerio de Interior, un terrorista intentó penetrar en el templo y detonar un cinturón de explosivos en su interior, donde se encontraba el papa copto, Teodoro II, que salió ileso.
El suicida se hizo estallar en el exterior del recinto, tal y como se puede ver en imágenes captadas por las cámaras de seguridad ubicadas a las puertas de la catedral. El Estado Islámico (EI) asumió la autoría de los dos atentados dirigidos contra los “cruzados” y aseguró que fueron perpetrados por dos terroristas suicidas.
En un comunicado cuya autenticidad no pudo ser verificada, amenazó a los cristianos y a los musulmanes “apóstatas”, los cuales “pagarán el precio de la factura (…) con el derramamiento de sangre de sus hijos”.
Los atentados ponen de nuevo en duda la seguridad en Egipto, por lo que el presidente, Abdelfatah al Sisi, ordenó al Ejército desplegarse y proteger las instalaciones vitales en todas las provincias del país, donde el EI se ha hecho fuerte en la península del Sinaí (noreste).
Los ataques tienen lugar tan sólo veinte días antes de la visita del papa Francisco, que tiene previsto estar en Egipto el 28 y el 29 de abril.
Con información de Noticias24