Decenas de personas han quedado atrapadas en Italia dentro de un hotel en la localidad de Farindola, en la región de los Abruzos, tras quedar sepultados por una avalancha de nieve. Según informa uno de los operarios de rescate hay varios muertos, aunque de momento no se conoce una cifra oficial.
Los cuatro grandes terremotos que hicieron temblar ayer el centro de Italia podrían estar detrás de este alud. Los equipos de rescate se pusieron en marcha después de recibir ayer algunos mensajes de texto en los que se advertía de la avalancha, pero las condiciones del tiempo con intensas nevadas y más de cinco metros de nieve acumulados han hecho muy difícil el ascenso.
Protección civil del ayuntamiento de Penne, en la provincia de Pescara, explicó que ayer eran 22 los huéspedes registrados en el hotel Rigopiano que se encuentra en el macizo del Gran Sasso (a unos 1.300 metros de altura), en la cordillera de los Apeninos, y a los que hay que sumar el personal que trabaja allí.
Antonio Crocetta, uno de los responsables del Cuerpo de Rescate Alpino de Los Abruzos, que llegaron al hotel tras varias horas de ascenso con los esquís confirmó que habrá muchas víctimas. Cerca de las 10 de la mañana, hora española, se pudo extraer del interior del hotel al primer cadáver. Se trata de un hombre.
Los medios de comunicación italianos que citan fuentes de los socorristas explican que se continúa excavando en el hotel, buscando a los desaparecidos, en condiciones “dificilísimas”.
Sobre las cuatro de la madrugada de este jueves llegaron con esquíes los primeros equipos de rescate del Cuerpo de los Alpinos y rescataron a dos hombres Giampiero Parete y Fabio Salzetta, dos de los huéspedes que se encontraban fuera del Hotel durante el alud y que pudieron refugiarse en un coche y advertir de lo sucedido.
Uno de los supervivientes, que salió del recinto a buscar algo al coche, ha declarado a la prensa italiana el pánico vivido: “Llegó la avalancha y me sumergió en la nieve, pero logré salir. El vehículo quedó sepultado y esperé la llegada de los equipos de socorro. Mis hijos están dentro del hotel bajo los escombros”.
A la zona están también llegaron algunas ambulancias y otros medios de rescate que se van abriendo paso lentamente gracias a máquinas quitanieves.
Según los primeros testimonios de los equipos de rescate, el hotel está parcialmente derrumbado y completamente sepultado bajo la nieve y se ven algunas luces. Los bomberos que han podido entrar en el hotel afirman, sin embargo, que ”por el momento no hay señales de los desaparecidos”.
Con información de La Vanguardia