Radiante con un vestido de encaje entallado a su fina silueta, Pippa Middleton hizo presencia en su boda este sábado con el financiero James Matthews, entre una enorme expectación mediática que incluso forzó a cerrar el espacio aéreo sobre el pueblecito inglés de Englefield (oeste de Londres).
Fue una boda “casi real”, según el veredicto de la prensa nacional sobre el evento, al que asistió una destacada representación de la casa de los Windsor, encabezada por el príncipe Enrique y su esposa Catalina, que es hermana de la novia. Los dos hijos de la pareja, Jorge y Carlota, robaron parte del protagonismo en sus respectivos papeles de paje y dama de honor.
La llegada de Phillipa Middleton a la iglesia medieval de San Marcos, acompañada de su padre, Michael, en un Jaguar MK V descapotable color verde oliva de 1951. El traje de la novia, un diseño con el que Giles Deacon ha querido resaltar la figura de Pippa, que ya causó sensación en la boda de los duques de Cambridge (2011) con su vestido, entonces de dama de honor, de la firma Alexander McQueen.
Con información de El País