En el corazón de la gastronomía venezolana, donde la tradición y el sabor se fusionan, los buñuelos de yuca con melao de papelón emergen como uno de los postres o acompañamientos más queridos y representativos. Este plato, que evoca recuerdos de hogar y celebraciones, es una verdadera joya culinaria que sigue deleitando a grandes y chicos a lo largo y ancho del país.
INGREDIENTES PARA EL MELAO
• 500 g de papelón en trozos pequeños (si el papelón es muy oscuro o salobre puede reemplazarse por azúcar, alrededor 1/3 ó 1/4 de su peso) • 2 tazas de agua • 12 clavos de especia
PARA LOS BUÑUELOS
• 3/4 de kilo de yuca • 6 tazas de agua • 3 cucharaditas de sal • 1/3 de taza de queso blanco duro, tipo llanero, rallado • 1 huevo• 1 taza de aceite para freír
PREPARACIÓN MELAO
Ponemos en una olla grande, para que no se derrame al hervir, el papelón en trocitos con las dos tazas de agua y los clavos de olor. Llévalo a un hervor y cocínalo a fuego fuerte, durante unos 18 a 20 minutos o hasta que las gotas caigan lentamente de una cuchara de madera formando una pequeña hebra. Se retira del fuego y se cuela inmediatamente por un colador de alambre, para eliminar los clavos e impurezas. Lo reservamos.
Se pela la yuca, se parte en pedazos, se le quita la vena central y otras partes duras. Se lava y se pone al fuego en una olla con agua que la cubra, aproximadamente seis tazas. Se lleva a un hervor y se cocina durante 30 minutos, se le agregan las tres cucharaditas de sal, y se continúa cocinando hasta ablandar pero sin dejar que se deshaga, alrededor de 30 minutos más.
Se retira la yuca del fuego, se escurre y se pone aparte, hasta que enfríe un poco. Se muelen juntos, finamente, la yuca y el queso con una máquina de moler maíz, o pasa puré.
Lo pones en un envase, le agregas el huevo y mezclamos todo muy bien, hasta que el huevo se incorpore completamente a la masa y se forme una pasta homogénea.
En un caldero pequeño se pone suficiente aceite a calentar, de modo que puedan flotar en él los buñuelos.
Para hacer los buñuelos se toma con la punta de los dedos mojados, o con una cuchara, un poquito de la mezcla y ayudándose con otra cuchara, se dejan caer en el aceite caliente uno a uno, sin darles forma ni alisar. Deben quedar de forma irregular, y no se deben freír muchos a la vez.
Se fríen los buñuelos dándoles vueltas con una cuchara perforada y hasta que estén bien dorados, unos 3 minutos en total.
Se sacan del caldero escurriéndo bien y se colocan sobre un colador de alambre forrado interiormente con papel absorbente, para eliminar el exceso de grasa. Luego los colocas en un envase profundo y los bañas con el melado de papelón caliente, al momento de servir.
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