Si los Tigres de Detroit logran mejorar y colocar su marca arriba de .500 en los próximos 30 días, buscarán refuerzos para llegar a postemporada, pero si se mantienen con saldo negativo, colocarán a sus estrellas en el mercado de cambio, incluyendo a Miguel Cabrera.
Así informó Jon Morosi en su cuenta de Twitter, alegando que la gerencia de los bengalíes escuchará ofertas “por todos sus veteranos” de no mejorar los resultados colectivos. En la actualidad, Detroit tiene registro de 22 victorias, con 25 derrotas, quedando a 4.5 juegos del primer puesto en la división Central de la Liga Americana.
No es la primera vez que la gerencia de los Tigres sopesa iniciar un proceso de restructuración. En noviembre de 2016, Al Avila, gerente general de los rayados, afirmó que “tenemos la disposición de atender el interés que se tenga por cualquier jugador de nuestro roster”. Ahí se encontraban Miguel Cabrera, Justin Verlander, Víctor Martínez, Ian Kinsler, Jordan Zimmermann y Justin Upton, jugadores con acuerdos excesivamente grandes para un equipo que no alcanza las victorias suficientes para ser contendiente al título.
Detroit tiene el cuarto presupuesto más alto de las Grandes Ligas (201.5 millones de dólares), una cifra que esperan bajar moviendo a varios estelares. Además, quieren aumentar el talento en sus categorías inferiores y eso solamente lo lograran cambiando los grandes nombres que tienen en sus filas.
En el pasado aparecieron posibles destinos. Kinsler a los Dodgers de Los Ángeles y los Astros de Houston demostraron interés por Cabrera. Sin embargo, las negociaciones nunca llegaron a enseriarse porque el alto mando de los bengalíes puso “un precio demasiado alto” para mover a su estelar inicialista y el cuadro angelino decidió por otro camino reforzar el segundo cojín.
Antes de comenzar la presente temporada, Cabrera ya sabía que necesitaban pelear en los primeros puestos de la división para mantener al grupo unido. “La gerencia nos dio un último año juntos y sabemos lo que tenemos que hacer”, aseguraba el dos veces MVP que no ha logrado ayudar lo suficiente para que Detroit evite mover.
Cambiar a Cabrera no será una negociación sencilla para los Tigres. Además de buscar un equipo con el espacio suficiente para hacerse cargo de los 7 años y 184 millones de dólares que restan en su contrato, también deben convencer al aragüeño de vetar la cláusula de “no cambio” que puede usar.
El caso es que los próximos días definirán el futuro de los Tigres de Detroit como franquicia y posiblemente el de Miguel Cabrera como jugador.
Con información de Meridiano