Hoy se cumplen 23 años de aquel 12 de junio de 1994, cuando toda Venezuela vibró con la noticia de que el Parque Nacional Canaima, se convirtió en Patrimonio Natural de la Humanidad por ser un escenario único, con imponentes paisajes y hogar ancestral de la cultura indígena pemón.
Esta vasta extensión de territorio se encuentra en el sureste de Venezuela en el amplio Escudo Guayanés, en la jurisdicción de los municipios Sifontes, Piar, y Gran Sabana del estado más grande de Venezuela, Bolívar. Con una superficie de 30 mil kilómetros cuadrados de extensión es considerado el segundo Parque Nacional más grande de Venezuela después del Parque Nacional Parima-Tapirapeco, estado Amazonas el cual cuenta con 39 mil km².
Divididos en el sector oriental y occidental, el Parque Nacional Canaima ha sido el hogar de la cultura pemón. Se calcula que actualmente existe una población estimada de 30 mil pemones en Venezuela, distinguidas entre tres subgrupos o subdivisiones (Pemón Kamarakoto, Pemón Taurepán y Pemón Arekuna).
Y fue este uno de los cuatro aspectos fundamentales tomados en cuenta por el comité de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (en inglés United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization, abreviado internacionalmente como Unesco), al momento de evaluar la postulación en el año 1994.
Entre las consideraciones, el organismo internacional concluyó cuatro argumentos para la nominación de categoría como Patrimonio Natural:
- Es una muestra relevante que representa las mayores etapas de la historia de la evolución de la tierra.
- Es un ejemplo sobresaliente que representa significativos procesos geológicos y biológicos actuales en la evolución y desarrollo de ecosistemas terrestres y acuáticos y de comunidades de plantas y animales.
- Contiene fenómenos naturales superlativos, raros ó únicos, así como formaciones, rasgos y áreas de excepcional belleza y
- Es hábitat en donde sobreviven poblaciones de especies de plantas y animales extraños o en peligro de extinción.
Hoy, a 23 años de esta declaratoria se intensifican los esfuerzos por seguir impulsando en esta importante zona del país un turismo sustentable, bajo un esquema ecosocialista, y un disfrute consciente de cada uno de los rincones de esos 30 mil kilómetros de naturaleza viva que se expresa en cada vertiginoso salto, en cada imponente tepuy y sobre todo en la sonrisa de los habitantes milenarios de esa gran tierra llamada tradicionalmente como Canaima.
Con información de Mintur