El Caso Byron Black sigue en tendencia, el reo fue ejecutado esta semana en una prisión de Tennessee a pesar de su dispositivo cardíaco. El hombre que estaba en prisión desde 1988 murió diciendo que sentía un dolor muy fuerte.
Black estaba preso desde 1988 cuando asesinó a su novia y a sus dos hijas, este en medio de una crisis de celos accionó el arma contra la mujer. Y luego lo hizo contra las dos hijas de Angela Clay de 29 años quien correspondió a su amor.
Ese mismo día Black disparó contra Latoya Clay, de 9 años, y Lakeisha Clay, de 6. En el año 1988 el sujeto había disparado contra el que había sido el esposo de su novia. Desde allí lo encerraron y luego dictaron la pena de muerte.
Esta semana el hombre hizo un gesto de dolor muy grande, ya que su dispositivo cardíaco estaba activado. Este levantó la cabeza y dijo a su asesor espiritual “duele muchísimo”, para morir inclinado por el dolor a pesar que se había advertido sobre lo que podría ocasionarle.
Caso Byron Black en Estados Unidos
Hubo una disputa en el tribunal por si debían desconectar su desfibrilador cardioversor implantable. Esto antes de colocarle la inyección letal. Las personas pidieron que incluso lo dejaran vivir.
Este tenía 68 años padecía de demencia, como daño cerebral, insuficiencia renal además de afecciones cardíacas. Permanecía en silla de ruedas en la prisión, decía que estaba arrepentido de lo que había hecho en el año 1988, contra su novia y las pequeñas.
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Los abogados de Black estuvieron en desacuerdo con que se ejecutara de esa manera. Dijeron que hasta ahora es el único caso de pena de muerte a un reo con un dispositivo cardíaco activado.
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