Charles Oakley, exjugador y consentido de la afición de los Knicks de Nueva York, compareció el martes ante la corte por primera vez desde febrero, cuando fue arrestado y expulsado del Madison Square Garden.
Oakley, de 53 años, fue procesado en una corte penal de Manhattan por un cargo menor de agresión y otros delitos, antes de ser puesto en libertad sin la necesidad de pagar una fianza.
La fiscalía acusó a Oakley de golpear a un guardia de seguridad durante el incidente. Afirman que otras dos personas que intentaron intervenir sufrieron magulladuras como producto de empujones.
En el juicio, el fiscal leyó para el registro el comunicado que emitió Oakley tras el arresto, en el que alega que el propietario de los Knicks, James Dolan, lo mantuvo bajo vigilancia sin motivo alguno.
«Siempre que voy al Garden, Dolan asigna a guardias de seguridad para que me sigan», dijo Oakley, de acuerdo con los fiscales. «Siempre que voy al Garden es un problema. Compro mi boleto. No quiero sentir que les debo algo. Tomé un par de tragos antes de llegar, pero nada durante el partido».
Charles dijo en una entrevista con The Associated Press que no se arrepiente de su comportamiento la noche del incidente, en la que terminó siendo esposado cerca de la salida de la arena, en lo que esperaban a que llegara la policía.
«Haría exactamente lo mismo», dijo Oakley vía telefónica esta semana. «No hice nada. Solo estuve cinco minutos en la arena. No sabía que podía meterme en tantos problemas en cinco minutos».
Con información de Meridiano