El movimiento migratorio en Latinoamérica cambia sus destinos y apunta su preferencia hacia Chile. Señalan a este país sudamericano como el que más ha incrementado su población extranjera.
Chile se posicionó como el país que más aumentó su inmigración entre 2010 y 2015, periodo en el que creció un 4,9 % por año y superó a otros grandes receptores de inmigrantes como México y Brasil, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Nuevas oportunidades
El sueldo mínimo en Chile es de 276 mil pesos (465.43002 USD) , el costo de un alojamiento en un apartamento de 1 dormitorio en Santiago, cuesta alrededor de $250, pero en otras ciudades más al sur, un apartamento de las mismas características puede estar cerca de $200.
También hay muchas oportunidades para negociar viviendas compartidas increíblemente baratas, ya sea con una familia chilena o en un espacio amueblado con otros expatriados. Respecto a la comida el costo de los alimentos en Chile se registra como barato a escala mundial, pero más caro que Perú y Uruguay.
Comprar frutas y verduras de temporada de los grandes mercados centrales es una excelente manera de ahorrar dinero y probar el sabor local. Los precios de los supermercados son ligeramente más altos y la compra de productos de alimentos occidentales, normalmente importados puede ser costosa como en todo lugar del mundo, comer en los puestos de mercado o locales al paso en el centro, puede ser muy barato, aproximadamente $10 para 2 personas.
Incluso comprar comida lista para llevar a la casa es accesible, por ejemplo, una docena de empanadas, $3. Respecto a la infraestructura urbana y sus sistemas de transporte público están bien conectados y asequibles. Los principales modos de tránsito del país son los autobuses (micros) y el metro (en Santiago), ambos eficientes, seguros y económicos. El boleto de metro cuesta $1.10.
Convivencia respetuosa
Los datos oficiales indicaron que más de 17 millones de habitantes chilenos conviven con casi 500.000 expatriados. Entre 1920 y 1970, la oleada foránea provino en su mayoría de España. Hoy, el flujo migratorio arriba principalmente de otros países latinoamericanos.
En Chile, la convivencia con los inmigrantes que llegaron es cordial y respetuosa. El desafío para el futuro es mejorar las condiciones de vida de quienes eligen desarrollarse en este país y que, por el momento, no tienen pensado regresar a su lugar de origen.
Con información Actualidad RT