Por unanimidad el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado una resolución, redactada por EE.UU., que supone introducir nuevas sanciones contra Corea del Norte tras su última prueba nuclear del pasado 3 de septiembre.
Sin embargo el proyecto de resolución original ha experimentado cambios significativos. Inicialmente, el documento instaba a imponer un embargo petrolero a Pionyang, además de restricciones personales contra el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.
Tras las modificaciones, las sanciones implican la prohibición del suministro de condensados de gas al país asiático, así como restricciones a la importación de productos refinados: hasta 500.000 barriles entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre de 2017 y hasta 2 millones de barriles durante todo el año 2018 y los años siguientes.
La nueva resolución también prohíbe la exportación de textiles de Corea del Norte. Asimismo, el documento también establece que los volúmenes de suministro de crudo a Pionyang no pueden superar las cifras de los últimos 12 meses.
El texto contiene también la prohibición de crear empresas conjuntas con entidades jurídicas norcoreanas, y presta más atención a la necesidad de arreglar de manera pacífica la situación actual debido a «las posibles consecuencias peligrosas para la seguridad regional».
«Hoy estamos respondiendo a un nuevo desarrollo de los acontecimientos y mostramos que el mundo nunca aceptará las armas nucleares de Corea del Norte«, afirmó la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, tras la votación del Consejo de Seguridad de la organización mundial. La diplomática aseguró también que Washington «no está buscando guerra» con Pionyang.
Este lunes Pionyang prometió responder a las nuevas sanciones con severas medidas contra EE.UU. que le causarán al país norteamericano un «dolor y sufrimiento» que nunca antes ha experimentado.
Con información de Actualidad RT