Feligreses en Filipinas realizan la crucifixión real de soldados, para recordar el sufrimiento de Jesucristo en el Calvario este Viernes Santo, para así sentir en carne propia el dolor de cristo para el perdón de los pecados de la humanidad.
En Filipinas esta costumbre se realiza en varios pueblos del país dos días antes de Pascua, y el día viernes al menos cinco personas son crucificadas en varios pueblos al norte de Manila.
Los que participan en esta actividad quedan sujetos a la cruz con clavos en las manos con los pies y los brazos atados. Sólo se quedan unos minutos en esta posición y luego los bajan de la cruz para darles cuidados.
Ademas, en esta tradición diversos seguidores muestran su torso desnudo flagelándose la espalda que previamente cortan con una navaja.
Con información de Globovisión