Sin tratarse de un efecto milagroso, te decimos algunos beneficios que trae practicar algunas posturas del sexo curativo, especialmente si quieres restablecer funciones digestivas y circulatorias, equilibrar el nivel de azúcar en la sangre, estimular la producción hormonal, mejorar trastornos ginecológicos y hasta enriquecer la piel.
¿Habías escuchado de ellas? Forman parte de la gama de propuestas terapéuticas que se basan en tocar, frotar y presionar diversas áreas y partes externas del cuerpo, con el propósito de mantener la salud y curar ciertas dolencias.
Las posturas curativas son uno de los top secrets para conservar tu salud, lucir divina y conseguir la vida eterna… o bueno, al menos eso dicen los seguidores del neotantra.
Pero no sólo ellos, mucho de verdad debe haber en todo esto, ya que también los taoístas y otros grupos que practican el sexo como una forma de lograr una vida plena y armónica en todos sentidos, son ultrafanáticos.
Y aunque tanto hombres como mujeres podemos gozar de sus beneficios, todo parece apuntar a que somos nosotras quienes más provecho obtenemos. Ya de por sí la intimidad placentera nos relaja, pero cuando le añadimos los beneficios de estas posturas, las ganancias de una noche hot prometen multiplicarse.
Sigue los siguientes pasos para lograrlo:
1. No pretendas que tu chico y tú se lancen a un alocado maratón sexual para la salud (¡deja tu espíritu de runner para una carrera!).
Más bien, entre ambos escojan tres posturas base que no sólo correspondan a las áreas que quieran mejorar, sino que les gusten, se les faciliten y les hagan sentir cómodos.
2. Estúdienlas bien:
Es importante entender cómo hacerlas correctamente. Tomen en cuenta quién debe trabajar, con qué tipo de movimiento y a qué profundidad introducir el pene.
3. Practíquenlas con regularidad y esmero:
Dice el refrán que una golondrina no hace verano. O sea, sin constancia no conseguirán buenos resultados. Así que, ¡cuerpos a la obra, ehhh!
4. Traten de prolongar el coito el mayor tiempo posible:
La clave es sostener, por un tiempo razonablemente prolongado, el frotamiento y la presión para estimular glándulas, órganos y funciones a través de sus zonas reflejo y canales de comunicación.
Recuerda
El propósito fundamental NO es el orgasmo. Pero estas prácticas desde luego no están reñidas con el placer, sólo que el final feliz tendrá que esperar un poco.
Con información de Cosmoenespanol.com