Entre los valores conservacionistas que armonizan la relación de la humanidad con los recursos del planeta Tierra, destaca la actual tendencia a evitar la contaminación del ambiente, teniendo cultura de reciclaje, algo que sin duda puede revertir la destrucción de los ecosistemas y de los seres vivos que en ellos conviven; acciones que demandan el compromiso y voluntad de las personas que sueñan con un mundo mejor.
Tal es el caso de un grupo de vecinos del sector La Juventud II de Aragüita, quienes decidieron unirse en torno a una propuesta de trabajo bajo el nombre de “EcoArtesanos”, una iniciativa fundamentada en las 3R: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Proyecto que, como bien expresaron sus fundadores Luis Aldana, Kalinin Pineda, Alfredo Aldana, José Flores y Yangleica Ramos, les permite convencerse – cada día más – de estar haciendo lo correcto, al recolectar desechos para luego convertirlos en una oportunidad de negocios, contribuyendo a hacer del mundo un mejor lugar para vivir.
Para Luis Aldana, integrante de “EcoArtesanos”, la base del reciclaje se encuentra en la obtención de una materia prima o producto a partir de un desecho; “la opción es que algo ya utilizado pueda irse a la basura o reusarse y adquirir un nuevo ciclo de vida, acción que servirá como un proceso de aprendizaje para despertar la conciencia social del hombre con respecto a la naturaleza”.
En este sentido, destacó el importante rol de quienes integran la sociedad, materializando lo expresado por el expresidente Hugo Chávez en el 5to Objetivo del Plan de la Patria acerca de la “Preservación del Planeta”, con el fin de evitar contaminar el ambiente, minimizando y controlando las actividades capaces de degradarlo y, a su vez, incentivando de esta manera un patrón de conducta ecológico en la colectividad.
“Es una diaria lucha por reducir el impacto negativo del consumismo provisto por la sociedad moderna, creando en nosotros un gran sentido de conciencia y corresponsabilidad que nos permitirá cambiar el sistema de producción capitalista perjudicial del hombre por un sistema de producción eco-socialista, aceptable y factible, que nos va a garantizar el aprovechamiento racional y óptimo de los recursos naturales, respetando los procesos y ciclos de la naturaleza”, sostuvo Aldana.
Asimismo, Kalinin Pineda, integrante del equipo de artesanos y vecino del popular sector Aragüita, indicó que cuando se disfruta lo que se hace, existe mayor motivación, que es el motor razonable dentro de las comunidades para tomar decisiones que afecten positivamente su modo de vida y permitan consolidar un modelo de gestión pública ciudadana.
Aclaró que EcoArtesanos surgió hace tres años, gracias a la necesidad e inquietud de sus fundadores, preocupados por hacer algo diferente y a la vez contribuir con el concepto de sustentabilidad que supone que los seres humanos deben aprovechar los recursos que el plantea y la naturaleza le brindan, evitando generar daños significativos al ambiente natural que lo circunda.
Entre los principales elementos rescatados por el entusiasta movimiento están el vidrio y el plástico. “Nada más el año pasado recolectamos más de 7 toneladas de vidrio en nuestro sector, algo que nos produjo mucha satisfacción, ya que libramos al planeta de esa gran cantidad de desechos que fueron transformados y ahora son útiles en miles de hogares”, acentuó Pineda.
Para tener una idea del daño que ocasiona el vidrio desechado en el ambiente, el portal www.pulsodigital.net, menciona que este material tarda cerca de 4 mil años en desaparecer, mientras que las botellas de plástico (PET) lo hacen entre 100 y 200 años. Un trabajo de transformación que para los componentes naturales del suelo resulta una tarea titánica, siendo el reciclaje una de las maneras más fáciles para combatir el calentamiento global.
Uniendo voluntades
José Flores, también pertenece a este grupo de emprendedores que creyó en que, con verdadera voluntad y muchas ganas, se puede ayudar a solventar este tipo de problemas creados por la inadecuada generación y tratamiento de los desechos sólidos, ofreciendo además la oportunidad de generar un dinero extra, convirtiendo así la actividad de reciclaje en algo atractivo y rentable.
Flores explicó que, junto a sus amigos artesanos, entendió que debían hacer más para convivir en un mundo amenazado por el consumismo, labor en la que los vecinos de La Juventud I y II, 19 de Julio, Santa Eduviges y Nuestra Sra. de Coromoto, se han sumado para la recolección de los materiales de provecho, gracias a una reflexión colectiva con miras a generar una construcción social del saber ambiental, definiendo sus responsabilidades con un gran espíritu de colaboración.
Acotó que los residentes de las zonas aledañas al sector La Juventud han entendido que el momento para actuar es ahora y es por esto que a diario siempre llegan con bolsas de vidrio y plástico; “ellos saben que vale la pena hacer más por el planeta que heredarán nuestros hijos. Comentan que al ver las botellas de vidrio se las imaginan convertidas en floreros, ceniceros, candelabros, copas, tazas y demás utensilios”.
El artesano afirma que los vecinos traen el material de desecho al taller, donde se ubica el sitio de almacenamiento. Destaca que con las botellas PET se elabora bisutería, lámparas, materos, floreros, móviles, juguetes, adornos, “así como centros de mesa para matrimonios y bautizos, estos últimos -por cierto- muy solicitados”, según comentó.
El proceso
José Flores señaló que para la obtención del producto final tienen dispuesto un pequeño taller en la casa de la familia Aldana, en el sector de La Juventud II, en donde con la ayuda de un cortador de vidrio fabricado de manera artesanal con un envase de jugo, yeso y herramientas de moldeado como un dremel y dimer, han podido captar el gusto de los interesados en obtener una pieza de manos de EcoArtesanos.
Según relatan los pioneros de este proyecto, el proceso de fabricación consiste -en primer lugar- en la recolección de los materiales, tales como el vidrio y plástico, que constituyen la materia prima de estos amigos del reaprovechamiento. Luego, se procede a seleccionarlos, a quitarle las etiquetas para su respectiva desinfección.
Seguidamente, viene el marcaje, picado y lijado para evitar bordes filosos y, finalmente, la decoración de la pieza. Entre los materiales utilizados por los entusiastas creadores para lograr la transformación del producto final, se cuentan: lijas, lentes de seguridad, mascarillas, tijeras, pistolas de calor, cepillo, cloro, gerdex, metro, mecheros, esmerilador, cúter, taladro, pega de vidrio, tirro, calcomanías y guantes.
Ha sido tal el éxito – resaltó Flores – que sus artículos son demandados en estados con vocación turística, tales como Mérida, Trujillo, Aragua y la capital de la República, en donde “nos ha ido de maravillas publicitando lo que hacemos, lo que nos ha permitido dejar las puertas abiertas”. Adicionalmente, en la región han participado en distintas exposiciones organizadas por la Dirección de Cultura y Turismo de la Alcaldía de Guacara y en otros ámbitos carabobeños.
Compartiendo conocimientos
Las buenas intenciones también cuentan, es por ello que el maravilloso equipo de EcoArtesanos tiene como meta poder impartir sus conocimientos y experiencias mediante talleres en distintas comunidades, en las que los niños y jóvenes puedan hacer algo diferente, al tiempo que atesoran uno de los valores más importantes, como lo es la cultura del reciclaje.
Estos héroes anónimos manifestaron el deseo de que su proyecto pueda ser respaldado por algún ente como el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) u otra institución de similar naturaleza; donde los niños, jóvenes y adultos que se animen a incursionar en esta noble y productiva labor ecológica, económica y sustentable en el tiempo, para que puedan recibir una certificación que los habilite a ser partícipes de la transformación positiva y eco ambiental de Guacara.
Con información de prensa Alcaldía de Guacara