El ánima de Juan Salazar está en el cementerio de Güigüe desde diciembre de 1928, es conocido por cumplir a las personas que le guardan fe. Salazar es uno de los que las personas le guardan culto por dar seguridad a las casas, además de conceder otros favores.
La historia de Juan se remonta a más allá de un siglo, era un hombre que prestaba servicio militar en el gobierno de Juan Vicente Gómez. Pero precisamente la severidad de Gómez hizo que muchas personas hicieran lo que hizo Salazar.
Cuenta la historia que este tenía que reintegrarse a las cuatro de la tarde luego de un fin de semana de permiso. Pero llegó tarde, Salazar desertó y se fue a los cañaverales del ahora municipio Carlos Arvelo.
Salazar andaba hambriento y desnudo en las montañas de Carlos Arvelo. Pero fue ayudado por dos mujeres quienes le dieron ropa y comida. Cuentan que se escondía en la parte baja de un árbol y estaba completamente delgado.
Habían dado la orden de buscarlo y capturarlo, además de encerrarlo por incumplir las leyes. Este se adentró en los verdosos terrenos y es capturado, donde murió en el año 1928. Pero tuvo que esperar nueve años para que se le diera sepultura.
El ánima de Juan Salazar
El 28 de enero de 1937 por órdenes del sacerdote Miguel Palao Rico, este recibió una cristiana sepultura. Dijo el religioso que Salazar era un devoto de la Virgen del Valle, Matilde Gutiérrez quien era devota de Salazar le mandó a construir una capilla en el cementerio.
Salazar es conocido por conceder favores para casas, salud, además de ganado como de poder ocultarse en las montañas. Es uno de los que forma parte del historial de fe de las personas de la región central.
Muchas personas siguen asistiendo al cementerio de Güigüe en el mes de diciembre a agradecer por cumplir con las peticiones.
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