Héctor estaba tranquilo, el extraño pasajero del autobús le sorprendió cuando lo vio por el espejo sentado en los últimos puestos. Entre el ver la ruta y mirar por el espejo vio que un hombre de gran sombrero estaba sentado en los últimos asientos.
¿Y este cuando subió?, había salido de Boquerón hacia la avenida Branger cuando vio que iba un hombre sentado atrás. Pero que le inquietaba, iba cruzando la madrugada, vio el reloj y era las cuatro y cinco.
Mientras que el Blue Bird iba rumbo a Valencia, apenas había subido a tres pasajeros y toda la vía estaba sola. Aceleró para llegar más rápido a la ciudad, mientras que apenas estaba saliendo del Central Tacarigua.
Estaba nervioso, por el extraño sujeto, encendió las luces internas del bus pero el extraño pasajero no se dejaba ver la cara. “Ni idea quien sea pero cuando se subieron los demás no lo vi”.
El extraño pasajero del autobús
Héctor se puso más nervioso cuando vio por el espejo pero el sujeto no estaba en los puestos. Respiró, movió el espejo y volvió a mirar, sin que estuviese alguien en el lugar. Aprovechó de bajar la velocidad.
Trató de estar callado unos segundos y volvió a mirar y nadie había entre los asientos del autobús. De hecho, llegó a Valencia solo dejando a los otros pasajeros en el semáforo de Paseo Las Industrias. Pero para el sigue siendo un misterio ver a alguien que luego desapareció en el autobús.
En los años setenta y ochenta los conductores de los buses que venían desde Boquerón hasta Valencia vivieron varias situaciones misteriosas. Entre ellas la del pasajero del sombrero que se veía y luego desaparecía.
Lee más información en nuestro portal Noticias24Carabobo y consulta nuestros planes publicitarios
