El Palacio de Miraflores, la sede del gobierno venezolano, tiene una historia que comienza en 1884, cuando el general Joaquín Crespo ordenó su construcción como residencia familiar.
Aunque la obra no se completó durante su mandato, se convirtió en la residencia presidencial con Cipriano Castro en 1900, después de que un terremoto dañara la Casa Amarilla. A partir de entonces, ha sido la sede oficial del gobierno venezolano.
Con algunas interrupciones, y ha sido testigo de importantes eventos históricos y decisiones políticas. Un día como hoy hace 125 años el gobierno lo adquirió oficialmente para que sea la casa presidencial.
El Palacio de Miraflores, orígenes y construcción:
El Palacio de Miraflores fue concebido originalmente como una residencia privada para el general Joaquín Crespo y su esposa, Jacinta Parejo, en 1884. La construcción se llevó a cabo en un terreno llamado «La Trilla» y fue dirigida por el conde italiano Giussepe Orsi de Mombello.
A pesar de los esfuerzos, la obra no se finalizó durante el mandato de Crespo, quien falleció en 1898.
Uso como Palacio Presidencial:
En 1900, tras un terremoto que afectó a la Casa Amarilla, Cipriano Castro se mudó al Palacio de Miraflores, que había sido adquirido por el gobierno tras una subasta. Castro fue el primer presidente en utilizar Miraflores como residencia oficial, y a partir de entonces, se convirtió en la sede del gobierno venezolano.
A lo largo de los años, el Palacio ha sido sometido a modificaciones y ampliaciones, como la construcción del Salón Boyacá en la década de 1960. A pesar de que algunos presidentes, como Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, prefirieron otras residencias, Miraflores se consolidó como el Palacio Presidencial oficial de Venezuela.
El Palacio ha sido escenario de importantes eventos históricos, como el asesinato de Juan Crisóstomo Gómez en 1923 y los sucesos de Puente Llaguno en 2002.A lo largo de los años, se han realizado diversas obras de remodelación y ampliación, incluyendo la construcción de la sala de prensa Simón Bolívar en 2007.
En 2012, se aprobó un crédito para la rehabilitación de la fachada del palacio.
El Palacio de Miraflores sigue siendo el centro del poder político venezolano y un símbolo de la historia y la identidad nacional.
En resumen, el Palacio de Miraflores pasó de ser un proyecto residencial privado a la sede oficial del gobierno venezolano, donde se han tomado decisiones cruciales para la historia del país y se ha construido una rica tradición histórica y simbólica.
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